29 perfil del cuidador informal del adulto mayor: un estudio comparativo entre puerto rico, méxico y colombia De otra parte, se ha encontrado correlación entre la falta de conocimiento de cómo realizar la tarea de cuidado y los síntomas asociados con depresión y con ansiedad en cuidadores informales (Muñoz et al., 2019). El miedo a cometer un error debido a la falta de conocimiento y habilidades para poder brindar un cuidado adecuado a la persona dependiente, propicia situaciones estresantes que les provocan sentimiento de sobrecarga (De Ángel-García et al., 2020). Este escenario de estrés, sentimientos de soledad en el cuidado, desgaste emocional, fatiga y sobrecarga podrían provocar que el cuidador cometa algún acto de negligencia con la persona bajo su cuidado (Rivera, 2013). Los cuidadores informales suelen tener riesgos de sufrir condiciones de salud mental debido al nivel de estrés que experimentan. La alta demanda de trabajo, la inaccesibilidad para recibir servicios de apoyo, la dificultad en distribuir las cargas con los miembros de la familia producen sensaciones de ahogo, frustración y estrés en el cuidador (Balladares et al., 2021). De igual forma, esta labor abrumadora, sin remuneración, representa la mayor parte de la atención a largo plazo realizada por las familias. Se espera que en las próximas décadas sea cada vez más insostenible para las féminas, tanto por razones éticas y de justicia social, como por razones socioeconómicas y demográficas. Podría incluir cambios en la estructura familiar y en la participación de la mujer en la fuerza laboral (Balladares et al., 2021). Los adultos mayores están en aumento en todo el mundo. La demanda por servicios de cuidado de tiempo prolongado aumentará debido al envejecimiento poblacional. Existe una alta cantidad de personas que demandan cuidados y menos personas que puedan proveer los cuidados de forma no remunerada. Algunos factores que impulsan a que esto suceda es que las mujeres tienen menos hijos, se ha retrasado la maternidad, ha aumentado la expectativa de vida, las familias son más pequeñas y están más dispersas, hay altas tasas de divorcio y mayor participación de la mujer en el campo laboral. Contrario a lo que pasaba antes, cada vez hay menos integrantes que no trabajan y que puedan dedicarse a ofrecer los cuidados (Hernández et al, 2021). Ante el escenario antes descrito, es notable la necesidad de estudios que les brinden visibilidad a los cuidadores informales. Esto, dado que la población de cuidadores pasa desapercibida y el sistema institucional de salud no la reconoce (Flores Villavicencio et al., 2017). La presente investigación permite conocer las características sociodemográficas de un grupo de cuidadores informales, así como: sus necesidades, los niveles de depresión, de ansiedad y de sobrecarga.
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