43 perfil del cuidador informal del adulto mayor: un estudio comparativo entre puerto rico, méxico y colombia Por su parte, menciona Lozano (2018) en su estudio que el cuidador en períodos prolongados de cuidado pasa a adaptar su vida a la de la persona dependiente. Estos períodos de arduo trabajo y esfuerzos repercuten en la calidad de vida del cuidador. Estos presentan dificultades y afecciones en las áreas físicas y emocionales. Además, muchos cuidadores experimentan conflictos constantes en la dinámica familiar debido a la falta de apoyo de otros familiares, el aumento de gastos, la falta de ingresos económicos y la incomprensión de los miembros de la familia. Esta situación provoca un aislamiento social y también que su estado emocional continúe empeorando. No obstante, aunque la tarea de cuidar pudiera ser agotadora y demandante, también puede ser una labor que brinde una experiencia positiva o satisfacción al momento de realizarla. Según Balladares et al. (2021), la falta de apoyo es un factor determinante en la insatisfacción que resulta de la tarea de cuidar. Cuando los recursos de apoyo resultan insuficientes y no logran responder a las necesidades que enfrentan, el cuidador informal debe enfrentar una multiplicidad de roles diariamente, así como nuevos desafíos constantes y adaptarse a cambios en los aspectos sociales, económicos y emocionales. En el estudio que realizaron Balladares et al. (2021) en Chile señalan que los cuidadores informales suelen tener riesgos de sufrir condiciones de salud mental debido al nivel de estrés que experimentan. Los hallazgos de la investigación apuntan a que la alta demanda de trabajo, la inaccesibilidad de recibir servicios de apoyo, la dificultad en distribuir las cargas con los miembros de la familia produce sensaciones de ahogo, frustración y estrés en el cuidador. De igual forma, según Rivera (2013), un cuidador que tenga problemas psicológicos posiblemente no cuenta con las herramientas ni la disposición para ser una persona funcional y podría ser negligente con la persona bajo su cuidado. El autor indica en su estudio que, en los Estados Unidos, muchos cuidadores no tienen otra alternativa que asumir las responsabilidades asociadas con el cuidado del adulto mayor. Un 22% de los cuidadores estadounidenses que participó en el estudio indicó que su salud presentó algún deterioro desde que asumieron la responsabilidad de cuidar a un adulto mayor. Esto se observó, principalmente, en los cuidadores que brindaban más de 21 horas de cuidado a la semana (Instituto de Política Pública de AARP, 2015).
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