La pobreza en Puerto Rico: estadísticas, políticas públicas e impacto en la vida de los ciudadanos, una mirada desde la Doctrina Social de la Iglesia

cuaderno de investigación social y económica pontificia universidad católica de puerto rico 14 Como se ha podido apreciar, la pobreza en Puerto Rico impacta fuertemente a las mujeres. La falta de apoyo familiar, la necesidad de proveer a los niños, a veces frente a la ausencia de un padre que aporte económicamente, la desigualdad en salarios entremujeres y hombres así como el hecho de que las mujeres viven, en promedio, más años que los varones en Puerto Rico, han dado un rostro femenino a la pobreza en el país. Por último, se analizará brevemente la situación de la pobreza en personas mayores de 65 años en Puerto Rico. Primero, es menester señalar que el Negociado del Censo de los EE.UU. estimaba que para el 2011, el 15.2% de la población de Puerto Rico contaba con 65 años o más (U.S. Census Bureau, 2011g). En segundo lugar, este organismo del gobierno federal estimó que para el 2011, el 39.0% de las personas mayores de 65 años en Puerto Rico se encontraba bajo los niveles de pobreza (U.S. Census Bureau, 2011a). Más aún, el 51.7% de este segmento poblacional tiene algún tipo de discapacidad (U.S. Census Bureau, 2011g). En este punto, hay que señalar que un grupo importante de este segmento poblacional se ha acogido al retiro. Por lo general, los retirados tienen unos ingresos fijos, es decir, que sus planes de retiro no se ajustan a la inflación o a los aumentos en el costo de la vida. Por tal motivo, el ingreso real de los retirados tiende a disminuir en la inflación. Por esta razón, deben explorarse los efectos netos de los cambios que la Ley 3 de 2013 que enmendó la Ley del Sistema de Retiro del gobierno central de Puerto Rico han tenido en los niveles de ingreso y de pobreza de esa población del país de personas mayores de 65 años. Esta ley buscaba mejorar la solvencia del principal sistema de retiro de empleados públicos del país y, por un lado, aumentó las pensiones mínimas recibidas por las personas retiradas del Gobierno de Puerto Rico de $400 a $500 mensuales mientras que, por el otro, eliminó el bono de verano y los bonos por medicamentos que recibían sus participantes (Gobierno de Puerto Rico, 2013). En un estudio reciente sobre los retirados en Puerto Rico llevado a cabopor el autor de este estudioyvarios colaboradores (Vera, Rosario, Pietri, & Ruiz, 2011), se encontró que el 22 % de los participantes no tenía ahorros; el 16% sostuvo que no podría subsistir ni un mes con el dinero que tenía ahorrado y el 36% señaló que no subsistiría si los sistemas de retiro del país colapsaran. Asimismo, se halló que más de un 70% todavía pagaban la hipoteca de su residencia y más de la mitad expresó que el dinero que recibía no era suficiente y estaban atrasados en sus pagos. También, el estudio reveló que para poder balancear sus finanzas mensuales, los retirados han tenido que hacer ajustes en la compra de medicinas, comida y en la obtención de servicios médicos y servicios básicos tales como energía eléctrica, agua y teléfono. Igualmente, se encontró que la mayoría de los participantes manifestaba síntomas leves de depresión y síntomas

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