La pobreza en Puerto Rico: estadísticas, políticas públicas e impacto en la vida de los ciudadanos, una mirada desde la Doctrina Social de la Iglesia

cuaderno de investigación social y económica pontificia universidad católica de puerto rico 24 personal o lo que algunos han denominado peyorativamente “la cultura del mantengo en Puerto Rico”. Sobre este debate, Colón Reyes señala que: Entre los argumentos que se utilizan en Puerto Rico para explicar las causas de la pobreza se encuentra el planteamiento de que su causa reside en la existencia de ayudas alimentarias… Como hemos señalado, la primera inconsistencia de ese argumento es que el número de personas bajo el nivel de pobreza siempre ha estado por encima del número de personas que reciben las ayudas… Alrededor de un 18% - 20% de los que están bajo el nivel de pobreza, no reciben las ayudas (Colón Reyes, 2011, p.231). Las políticas públicas del país deben estar encaminadas a generar una gran cantidad de empleos, accesibles y bien remunerados, que les provean valor a la actividad productiva, y les permitan a las personas que trabajan vivir dignamente, alejados de la pobreza y de la dependencia. También, para que el sistema sea más justo y equitativo, debe hacerse todo lo posible por reducir o eliminar las actividades de la economía informal y canalizarlas hacia la economía formal. Los agentes socializantes como las escuelas, la Iglesia, las organizaciones sin fines de lucro y los medios de comunicación deben reiterar continuamente el valor del trabajo en la sociedad. De esta forma, se desalentaría el “análisis racional” que pudieran llevar a cabo algunas personas en el que los costos de buscar un trabajo y trabajar parezcan mayores que los beneficios de hacerlo. La Doctrina Social de la Iglesia enfatiza el principio de la subsidiaridad, en el cual se postula que el Estado no debe “sustraer de las familias las tareas que puedan desempeñar sola o libremente asociada a otras familias…” (Pontificio Consejo Justicia y Paz, 2005, Núm. 214). Asimismo, respecto de este tema hay que recordar las palabras del Beato Juan Pablo II en la Carta Encíclica Laborem Exercens , en la que señalaba: El trabajo es un bien del hombre -es un bien de su humanidad- porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre es más, en un cierto sentido, se hace más hombre (Juan Pablo II, 1981). En esta parte, se ha discutido cómo la situación socio - económica del país desde la década de los 70’ y sus corolarios principales: el desempleo, el subempleo y la inflación así como la extensión a Puerto Rico de programas de beneficencia social y de asistencia nutricional de los Estados Unidos han provocado la dependencia de estos fondos en un amplio sector de nuestra población. De igual

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