Proyecto de Inventario-Catálogo Eclesiástico (Proyecto ICAEC) Hallazgos: Fases I y II | Catedral Nuestra Señora de Guadalupe

proyecto de inventario-catálogo eclesiástico (proyecto icaec) | fase i y ii 11 como una parte significativa del kerigma o anuncio del Evangelio realizado por la Iglesia. También, el arte devocional y la religiosidad popular. Estos abarcan una serie de expresiones donde la fe se transmite, se celebra y llega a formar parte de la memoria colectiva del pueblo. Los bienes culturales de la Iglesia, por tanto, han tenido y siguen teniendo un papel importante en el ámbito de la cultura de las naciones. 2.2 Algunos datos históricos sobre el surgimiento del inventario-catálogo en la Iglesia Católica. Mons. Marchisano, también en la primera carta circular, nos recuerda que en los antiguos documentos del Liber Pontificalis y los Inventari, se evidencia la atención puesta por los papas en la ornamentación de las iglesias y cómo los objetos de arte fueron considerados rápidamente como patrimonio que se debían cuidar con atención (Sección 1). El papa Gregorio Magno (590-604) hizo una primera intervención papal reconociendo el valor pedagógico de las imágenes, mientras que durante la Edad Media las órdenes monásticas (especialmente los benedictinos) cultivaron con atención la producción artística. La oración de la institución de los hostiarios, que sirve de epígrafe a este documento, quizá del siglo III, es vista por los historiadores “como el primer compromiso sagrado por parte de la Iglesia en la tutela de los bienes culturales”. Otros papas y concilios ecuménicos (Constantinopolitano IV del 869-70, II de Lyon del 1274 y el de Trento de 1545-63) también se ocuparían sobre la tutela de estos bienes. El papa Pablo III nombró por primera vez un Comisario para la Conservación de los Bienes Culturales Antiguos en 1534. Luego, en 1802, papa Pío VII incluyó, además de los bienes antiguos, los de las demás épocas históricas. A partir de estas indicaciones, según Marchisano, el cardenal Camarlengo Pacca decretó, en 1820, la redacción de un inventario de todos los bienes culturales de Roma y del Estado Pontificio por primera vez en la historia de la Iglesia. Por su parte, Pío X, desde 1907, impuso a los ordinarios de Italia la constitución de comisariatos diocesanos para vigilar la conservación, la restauración y producción de nuevas

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