SIEMPRE PIONERO “Siempre llevo a La Católica en mi corazón” Embajador Pionero regresa a su alma mater de Mayagüez tras un glorioso recorrido profesional “Dios tiene un propósito para todos, a veces ese propósito es regresar a donde todo comenzó, porque reconozco de dónde salí”. La trayectoria y el éxito profesional que ha logrado cosechar Miguel Phillipe Bonilla Román a lo largo de su vida ha dejado grandes huellas en el mundo. Como experto en inteligencia de operaciones militares y en análisis de predicción para la seguridad y defensa de la nación estadounidense, gestó importantes misiones en conflictos internacionales. “La naturaleza de mi trabajo como suboficial de inteligencia de la Marina de Guerra de los Estados Unidos no me permite hablar en detalle. Sin embargo, puedo resumir mis campañas en donde tuve el privilegio de ayudar a mucha gente de Afganistán. Dimos clínicas de salud, construimos pozos de agua, escuelas, carreteras y alcantarillados. En cuatro campañas durante mi servicio realicé 103 convoyes por todo el país. Visité las provincias de Herat, Parwan, Helmand, Panshir, Kabul, Kapisa and Kandahar. Estuve en 57 incidentes de combate, incluyendo 17 veces como comandante activo de convoy y expuesto a explosiones, bombas y dispositivos explosivos”, relató. También resaltó “En mi carrera serví con grandes líderes y mentores. Entre ellos el general retirado de la Infantería de Marina, John F. Kelly; general retirado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Douglas M. Fraiser; almirante de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, Gary Roughead; suboficial en jefe maestro de la Marina de Guerra de los Estados Unidos, Joe R. Campa Jr.; y el coronel (ahora general) de la Infantería de Marina de Guerra de los Estados Unidos, Michael E. Langley. Todos influenciaron grandemente en mi pasión ardiente por el servicio” afirmó Bonilla Román. Hoy, luego de arriesgar su vida al servicio de su país y retirarse de las fuerzas armadas, regresa donde todo comenzó. Su amado recinto de Mayagüez de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. El Pionero de sangre azul recuerda con entusiasmo cada paso en su alma mater. “Mi preparación académica universitaria comenzó en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, recinto de Mayagüez, a los 23 años. Me matriculé en el Programa de Criminología. Recuerdo que el personal fue muy atento durante el proceso de registro en el entonces anfiteatro. Al recibir la matricula tuve que corregirla porque sentí que 15 créditos para mi primer semestre era muy poco, aunque trabajaba a tiempo completo (37 horas) y me los aumentaron a 18 créditos. Recuerdo que tomé Civilización Occidental con el profesor Tomasini. Empecé como tutor en matemáticas con la profesora María de los Ángeles Muñiz y me convertí en estudiante orientador bajo Nelson Pagán. Finalicé el semestre con un promedio general de 4.00 puntos y decidí volver a aumentar mi currículo, esta vez a 21 créditos. Obtuve mi primera (de tres) B+ en Penología, pero todavía no me sentía retado continúa en la página siguiente... 19 HUELLAS DEL FUTURO INFORMA
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