Celebran en grande su graduación en el recinto de Arecibo Nueve grados asociados, 68 bachilleratos, 37 maestrías y 31 doctorado fue la cantidad de grados otorgados en los Actos de Graduación del recinto de Arecibo de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. La última de las ceremonias del sistema universitario estuvo plasmada de grandes historias de éxitos y superación. Una de estas historias es la de Olga González quien obtuvo el grado de doctorado en Psicología Clínica. Ella nunca se rindió en su afán de lograr su grado a pesar de haber perdido a su hijo a raíz del COVID-19 y ya vio consumado su logro. “Me siento sumamente emocionada y satisfecha por este gran logro. Mi próxima meta es ser profesora en un futuro” sostuvo. Sin duda parte de la vida académica incluye el ponerse al servicio de la comunidad y este es el caso de Kenya Román Crespo, egresada del Bachillerato en Ciencias Biomédicas y recipiente de la medalla Sor Isolina Ferré. Precisamente este reconocimiento se otorga al estudiante más destacado en la labor sociorreligiosa. “Me siento muy agradecida de que cada acción realizada haya impactado vidas y a su vez la mía. Honrada por la oportunidad de adquirir este premio, reconociendo mi labor, la cual he hecho con el corazón sin esperar nada a cambio” expresó Kenya. Amaury González Figueroa, obtuvo su grado de bachillerato y el reconocimiento de la medalla Felisa Rincón de Gautier, que se le otorga al estudiante más destacado por su labor civico-social. Sobre este logro Amaury indicó “Me siento más que agradecido y honrado por haber recibido el reconocimiento de labor cívica y social de Felisa Rincón de Gautier. Recibir el premio que honra la trayectoria de una gran mujer como lo fue, y continúa siendo por medio de su legado, Felisa Rincón de Gautier es para mí un honor. Los pilares de su trabajo son los mismos que me mueven y a continuar haiciéndolo porque puedo, de esta manera convertirme en un ejemplo para otros de lo importante que es ponernos al servicio de los demás y propiciar con ello que cada persona vea su vocación como una herramienta de servicio y de crear cambios. Y de esta manera se sume al movimiento de ser el cambio que en el mundo deseamos ver. Espero seguir sumando experiencias significativas en mi vida. Desde la profesión, desde nuestros roles, pero más que todo desde nuestros actos, podemos hacer el mundo por medio de pequeños actos un lugar mejor. Pues siempre debemos recordar que a veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota”. Por su parte, James Santiago Ramírez, egresado del Bachillerato en Artes y Humanidades con concentración en Estudios Liberales expresó “Siento una sensación de satisfacción, que termina una etapa y empieza otra, alegría por un trabajo hecho de años y estoy ready para comenzar otra nueva etapa”. En sus tres recintos y en seis ceremonias, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico otorgó sobre 1,500 grados académicos. continúa en la página siguiente... 11
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