Proyecto de unidad... | noviembre 2020

La corrupción impactamúltiples sectores sociales El Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas reúne expertos internacionales que comparan notas sobre el ‘flagelo de la corrupción’ La corrupción es un fenómeno que no está asociada a un país específico y parece estar ligada a factores como: inequidad, pobreza, falta de una adecuada educación en valores, así como la carencia de instituciones fuertes y confiables. Así coincidieron los expertos internacionales reunidos en el foro organizado por el Observatorio. Expertos de Argentina, Colombia y Puerto Rico dialogaron sobre la corrupción y cómo impacta el desarrollo de los países, mientras compartieron estrategias para combatir este mal sociopolítico. La Prof. María Lourdes Puente Olivera, directora de la Escuela de Política y Gobierno de la Universidad Católica de Argentina y el Prof. Oscar Mauricio Parra Gaitán, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Gobierno de la Universidad Pontificia Bolivariana Seccional Bucaramanga de Colombia se unieron al foro Combate a la corrupción: lecciones desde América Latina. De Puerto Rico participó el exlegislador y profesor, Dr. Víctor García San Inocencio, del Programa de Responsabilidad Social, Transparencia e Integridad de la PUCPR. “Unir expertos de estos países hermanos que han vivido los estragos de la corrupción a través de décadas nos ayuda a mirarnos en el espejo de otros para ver y analizar las raíces de este profundo problema sociopolítico, así como las estrategias exitosas que hayan puesto en vigor para salir de los estragos de este mal. Abrir el diálogo sobre este y otros temas que nos afectan como sociedad es parte de la misión que tenemos en el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica”, afirmó el Dr. Hernán A. Vera Rodríguez, director del Observatorio. En su análisis, la Prof. Puente Olivera de Argentina destacó que la corrupción, “es un fenómeno que no tiene que ver ni con la cultura, ni con la moral, aunque se expresa en ambas, sino que es parte de dos crisis que atraviesan a los estados de nuestra región: la inequidad, que es fruto del subdesarrollo de los países o de un desarrollo desigual; y la carencia de instituciones fuertes, confiables, en las que todos creamos como organizadoras de nuestra vida social”, explicó la experta. En torno a las estrategias para combatir la corrupción, destacó “Solo la sociedad civil, a través de organizaciones no gubernamentales, ha podido tímidamente perforar esa estructura, pero sin logros suficientes como para cambiar la tendencia”. Por su parte, el Prof. Mauricio Parra Gaitán, de Colombia, sostuvo que en ese país latinoamericano, “las formas de corrupción más comunes son: extorsión, soborno, apropiación de bienes públicos con fines privados y nepotismo. Estas formas de corrupción prevalecen por condiciones institucionales y socioculturales del sistema político colombiano: debilidad institucional del Estado, clientelismo, narcotráfico, rechazo al sistema normativo, precaria normatividad para la financiación de campañas electorales, poder monopólico y la discrecionalidad de los funcionarios públicos, entre otras”. Parra Gaitán agregó que, desde el punto de vista de la ciencia política, la corrupción se entiende en dos niveles. “El primero, asociado con las estructuras y ejercicio del poder en el sistema político; el segundo, relacionado con asuntos de cultura política: legitimidad, confianza en las instituciones, aceptación de las reglas.” Para combatir este mal de raíces tan profundas explicó que los fenómenos sociopolíticos contemporáneos, como la corrupción, por su grado de complejidad, requieren de abordajes interdisciplinares y de miradas holísticas. Aseguró que, al ser un problema tan complejo, se deben estudiar desde diferentes enfoques: económico, politológico, jurídico y sociológico. En el caso de Puerto Rico, el exrepresentante García San Inocencio aseguró que existen dos tipos de corrupción: la que surge de conductas individuales y la que se manifiesta por factores eminentemente sociales, políticos y económicos. “El hiperespacio virtual y la abstralización de la riqueza, sujetos cada vez a controles más debilitados, son el caldo de cultivo de la corrupción. Hay Estados con gobiernos corruptos y metagobiernos que crean sistemas insólitos de privilegios que acunan la explotación salvaje de las personas y del planeta. El caso de Puerto Rico ilustra ese proceso de entronización sistémica: un sistema colonial, hecho a la carta y al servicio del capital financiero internacional, donde existen variados nichos lícitos e ilícitos formando un ecosistema de corrupción”, concluyó García San Inocencio. 4

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