Proyecto de unidad... | octubre 2020

1 . 8 0 0 . 9 6 1 -7 6 9 6 • www.pucpr.edu • www.huellasdelfuturo.com Créditos: Jalibeth Rodríguez Rivera editora, directora de Prensa y Comunicaciones Prof. Olga Bizoso de Montilla coeditora, colaboradora de Huellas del Futuro Celimer M. Torres Rivera asistente de la directora de Prensa y Comunicaciones, redactora José González Sotomayor diseñador gráfico institucional OCTUBRE 2020 Producción de Huellas del Futuro Informa ​Oficina de Prensa y Comunicaciones PUCPR www.huellasdelfuturo.com prensa@pucpr.edu 787-841-2000 ext. 1267 Exalumnos se expresan En un inicio, el año 2020 fue esperado con la ilusión de un nuevo comienzo. Como sociedad hemos sido trastocados por eventos naturales sin precedentes siendo protagonistas la actividad telúrica y los estragos de la pandemia. Este escenario ha propiciado que las personas se perciban estancadas, llenas de preguntas, culpas, reclamaciones, enojo y desesperanza. Y a su vez, en mayor o menor escala, han experimentado incertidumbre, múltiples pérdidas, síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión. Estos pueden ser emociones y sentimientos esperados ante la realidad que aún se vive y las pérdidas acumuladas sin que haya habido un proceso adecuado de duelo. Sin embargo, aunque sean esperados, es necesario tomarlos en consideración y monitorear la resignificación de estos. En ocasiones el dolor puede llevar a una función automática como modo de supervivencia en la ajetreada rutina de cumplir con los múltiples roles y tareas. Esto provoca que se vaya el presente mientras se anhela un mejor futuro. Por otro lado, esta función automática afecta las relaciones significativas con la pareja, hijos o adultos mayores a su cuidado. Pero ¿qué podemos hacer para brindar apoyo a estas personas? Como profesional de la conducta humana que trabaja con las necesidades que trae la comunidad, el pedir ayuda es un buen comienzo, aun cuando no sea lo más fácil. Es crucial crear espacios para que las personas puedan ventilar su dolor y sus emociones. Además, que puedan recibir palabras de aliento como un “estoy aquí para cuando me necesites, no estás solo” sin recurrir a adormecer el dolor con un “todo va a estar bien”. Esto creará el ambiente para que la persona doliente sienta la confianza y apertura de contar su historia. Incluyendo esos espacios de silencio consigo mismo que ayudan a hacer consciente y presente el día a día. De igual forma, se debe fomentar el comunicarse como familia, sacar tiempo para recordar momentos bonitos, sonreír, llorar, celebrar lo que se tiene, pensar positivo para otorgar espacio a alternativas y proyectos nuevos. Estas son acciones positivas que son parte del proceso para sanar, no de olvidar. A su vez, brindan un aprendizaje en el que se adquieren fortalezas donde recurrir para una próxima ocasión. Es momento de vivir tu proceso. Pérdidas acumuladas y su proceso de acompañamiento Por: Lindamar Fernández Guadalupe, MSW, egresada del Colegio de Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad 34

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