ha establecido institutos, centros y otras iniciativas que enfocan en áreas prioritarias de apoyo a la misión tales como: Instituto de Doctrina Social, Instituto de Matrimonio y Familia, Observatorio de Políticas Públicas y Gobernanza, Clínica Interdisciplinaria enfocada en la atención a la salud mental, Clínica de Asistencia Legal, iniciativa para la Responsabilidad Social, Transparencia e Integridad, Centro de Biotecnología y Biotecnología Agrícola, entre otros. Como se observa, tanto los recintos como las facultades y los centros, se enfocan en los más apremiantes problemas de Puerto Rico que, si no los atendemos pronto, tendrán un gran impacto sobre nuestro futuro. La íntima relación entre la identidad y la misión de una universidad católica se plantea como el “alma” de la educación que se basa en los valores de nuestra fe y en los derechos humanos. Ambas dimensiones están absolutamente unidas, porque la misión expresa la identidad y es esta la que garantiza esa visión de servicio. Las universidades católicas deben establecer su visión, misión y acciones alrededor de la búsqueda y defensa de la verdad. Escuchemos lo que nos plantea la Constitución Apostólica sobre las Universidades Católicas titulada Ex corde ecclesiae (Del corazón de la Iglesia): “Es un honor y una responsabilidad de la Universidad Católica consagrarse sin reservas a la causa de la verdad. Es esta su manera de servir, al mismo tiempo, a la dignidad del hombre y a la causa de la Iglesia, que tiene «la íntima convicción de que la verdad es su verdadera aliada […] y que el saber y la razón son fieles servidores de la fe». Sin descuidar en modo alguno la adquisición de conocimientos útiles, la universidad católica se distingue por su libre búsqueda de toda la verdad acerca de la naturaleza, del hombre y de Dios. Nuestra época, en efecto, tiene necesidad urgente de esta forma de servicio desinteresado que es el de proclamar el sentido de la verdad, valor fundamental sin el cual desaparecen la libertad, la justicia y la dignidad del hombre”. Para los que tenemos responsabilidades como facultativos o administración o personal no docente en general hay un planteamiento y un reto muy concreto “La finalidad es hacer que se logre «una presencia, por así decir, pública, continua y universal del pensamiento cristiano en todo esfuerzo tendiente a promover la cultura superior y, también, a formar a todos los estudiantes de manera que lleguen a ser hombres insignes por el saber, preparados para desempeñar funciones de responsabilidad en la sociedad y a testimoniar su fe ante el mundo»”. Esa es la visión de la PUCPR. Hago referencia de nuevo a la Constitución Apostólica Ex corde ecclesiae, documento fundamental sobre la identidad y misión de nuestra Universidad. ¿Y qué le es propio a la universidad católica? Buscar y transmitir la verdad. Leamos “[…] aquello que es propio de la vida universitaria: la ardiente búsqueda de la verdad y su transmisión desinteresada a los jóvenes y a todos aquellos que aprenden a razonar con rigor, para obrar con rectitud y para servir mejor a la sociedad”. Observemos el énfasis en “razonar con rigor” para no dejarnos engañar por otras propuestas que puedan poner telarañas en nuestros ojos y ocultarnos la verdad. La cita de san Juan Pablo II nos presenta dos aspiraciones importantes del resultado proceso educativo: que se obre con rectitud y que se sirva mejor a la sociedad. “Es esencial que nos convenzamos de la prioridad de lo ético sobre lo técnico, de la primacía de la persona humana sobre las cosas, de la superioridad del espíritu sobre la materia. Solamente servirá a la causa del hombre si el saber está unido a la conciencia. Los hombres de ciencia ayudarán realmente a la humanidad solo si conservan el sentido de la trascendencia del hombre sobre el mundo y de Dios sobre el hombre”. Este fue un hilo conductor de todas las manifestaciones de los académicos de nuestra Universidad a través de los medios de comunicación del país. La Pontificia Universidad Católica está llamada a estar presente desde su identidad “Estos laicos católicos responden a la llamada de la Iglesia a estar presentes, a la enseña de la valentía y de la creatividad intelectual, en los puestos privilegiados de la cultura, como es el mundo de la educación: Escuela y Universidad para que iluminen y ordenen las realidades temporales de modo que sin cesar se desarrollen y progresen”. “En este templo afirmamos hoy, con fe y gratitud, que creemos que la providencia de Dios está presente en este proyecto” viene de la página anterior 4 HUELLAS DEL FUTURO INFORMA
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