62 pontificia universidad católica de puerto rico De manera similar, llaman la atención los resultados del presente estudio en los cuales se destacan las áreas en que los retirados han realizado ajustes o recortes presupuestarios para lograr que sus recursos económicos les alcancen hasta fin de mes. Como pudo apreciarse en la sección anterior, las áreas principales en las que los retirados participantes habían hecho ajustes presupuestarios fueron: actividades de ocio, utilidades (agua, luz, teléfono, etc.), comida y medicinas. En respuesta a uno de los reactivos de la Escala sobre la Situación de los Retirados, el 73.7% de los encuestados señaló que, al comprar sus alimentos, buscaban los más baratos para que el dinero les rindiese hasta fin de mes. Resulta preocupante que luego de una vida de trabajo, las personas jubiladas del país tengan que hacer ajustes en estas áreas tan vitales para su bienestar físico y psicológico. De manera particular, debe tenerse presente que Nimrod y Shrira (2016) resaltaron en su estudio la importancia de las actividades de ocio para la calidad de vida de las personas retiradas. Asimismo, los investigadores del presente trabajo destacan la importancia de una dieta adecuada y de las actividades de ocio para el bienestar físico y psicológico en la tercera edad. Otro hallazgo interesante de la investigación fue la cantidad de retirados que se encuentra laborando luego de su jubilación. Después de indagar sobre la cuantía recibida por los participantes por concepto de sus pensiones, seguro social y pensión de veteranos, se inquirió si tenían otras fuentes de ingreso. Allí, el 20.8% de los participantes indicó tener otras fuentes de ingreso. Luego, se les realizó una pregunta abierta de cuáles eran esas fuentes de ingreso. Un análisis cualitativo de esas respuestas permitió a los investigadores darse cuenta de que se daba en el país una tendencia hacia los llamados empleos puente (conectan al mundo del trabajo con el del retiro). Es decir, al trabajo luego del retiro. Así pues, se halló que un segmento de los participantes se desempeñaba en empleos, tanto a tiempo parcial como a tiempo completo. De forma similar, se halló que algunos retirados habían emprendido sus propios negocios una vez retirados. Más aún, el 47.8% de todos los participantes apuntó a haber pensado volver a trabajar para poder manejar los aumentos en el costo de vida. Tales resultados son cónsonos con los de Dingemans et al. (2017) y con los de Gobeski & Beehr (2009) en los cuales se exploró el fenómeno del
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