El reto de educar para la vida moral

magna conferencia dictada por el dr. ángel galindo garcía pontificia universidad católica de puerto rico 6 en las adjudicaciones, los incrementos de los fondos reservados; b) mediante empresas estatales: han aparecido las situaciones de monopolio. Estas formas de entrada en el mercado suponen una coacción de los ciudadanos. Sus servicios son más caros que en la privada y mantienen privilegios a los políticos y a los trabajadores; c) en cuanto a la regulación, es aquí donde existe unas debilidades morales más difíciles de atajar: ejemplos como la recalificación del suelo y la financiación de los partidos los partidos lo muestran. Entre los efectos se pueden señalar, la limitación de la capacidad de generar empleo, la desincentivación del ahorro, y la insolidaridad con las generaciones futuras. En cuanto a las soluciones, habría que potenciar la separación de poderes, la construcción de la sociedad civil y las actuaciones ejemplarizadas. 1.4. Desde la ética Desde este campo, como podremos ver en esta ponencia, aparece la constatación de la corrupción de todos los estamentos de la vida social y no sólo de los políticos; se ha creado y promovido una desmoralización de la sociedad civil que conlleva un cambio de valores mediante el desprestigio de los tradicionales; pero hay caminos para moralizar la vida pública como puede verse en esta exposición. Esta desmoralización tiene su origen en una orientación ética que se enraíza en el pensamiento de la Ilustración y del pensamiento débil. La valoración de la autonomía de la persona, producida por la ilustración, dividió la justificación del comportamiento humano en razón práctica y razón teórica. Este dualismo de origen platónico agravó el riesgo de la desmoralización con la aparición del pensamiento evolucionista que llegaba a considerar al ser humano como un eslabón más en el proceso evolutivo. De estas consideraciones nacieron tres ríos que aplicaron aquel pensamiento al campo de la vida social y personal: el liberalismo capitalista colocando su énfasis en la ley del más fuerte; el liberalismo estatalista o los socialismos que eligieron la lucha de clases y las dictaduras; y los personalismo y humanismos, donde se encuentra el cristianismo, que insisten en la dignidad de la persona humana.

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