Revista Horizontes: primavera/otoño 2010 | Año LIII Nums. 102-103

20 HLC : Seguro que tienes más ejemplos… RFJ : Hay fans de Mirada siniestra que todavía me piden otra historia de asesinos en serie. Por ahora no estoy interesado en ese tema. Hace siete años escribí una novela sobre otro asesino serial, pero la tengo guardada y no he hecho esfuerzo por publicarla porque no he estado satisfecho con el resultado. Hoy tengo muchas ideas sobre cómo reconstruir la historia para que valga la pena, pero no sé si me interesa hacer una pausa en otros proyectos para regresar a ella y rehacerla. El tiempo dirá. El ejemplo clásico de lo que me preguntas le sucedió precisamente al padre del género: Arthur Conan Doyle se hartó de escribir sobre Sherlock Holmes y lo mató. Sus lectores no se lo perdonaron, y hasta su propia madre le exigió que retomara al personaje. Conan Doyle tuvo que ceder y resucitar a Holmes. Afortunadamente yo no tengo planes de matar a Sabrina. Es más divertido causarle dolores de cabeza en vida. Si buscas en Mirada siniestra la descripción física de los protagonistas descubrirás que te doy apenas los rasgos necesarios para caracterizarlos. Esto fue intencional, para que cada lector le pudiera dar “la cara” que su imaginación aportase–alguien conocido, ya que son arquetipos de la sociedad panameña de aquel momento. Hay que propiciar esa experiencia de interacción de las imaginaciones. No me interesa hacer lo mismo que Dan Brown, quien es obvio que en su última novela seleccionó a Morgan Freeman para uno de sus personajes. 2 HLC : La tecnología puede ser factor determinante… RFJ : La tecnología puede integrarse a una obra tanto como parte del fondo como de la forma. HLC : ¿Crees que toda esta tecnología que ha permeado en el quehacer literario no tan sólo afecte la relación autor-lector sino que también modifique su estilo? Por ejemplo, hay un autor puertorriqueño contemporáneo que ha estructurado sus novelas a través de una sucesión de correos electrónicos. 3 En otras palabras, un epistolario cibernético… RFJ : Seguro que sí. Escribir se deriva de observar la vida y luego de intentar reproducirla, así que a medida que la tecnología inserta nuevos elementos que se vuelven de uso cotidiano (el e-mail , los iPods , etc.) es natural que la literatura los absorba y los transforme en recursos, como el caso que has descrito que, por cierto, me parece una idea genial, pero no debe haber sido nada fácil sostenerla durante toda una novela. Nos devuelve al eterno adagio de que ya todas las historias fueron contadas y la única novedad es la manera en que las cuentas. La narración epistolar no es nada nuevo, pero si la trasladas al correo electrónico, que tiene características sumamente diferentes a las cartas tradicionales, automáticamente refrescas la técnica. HLC : Hay quienes han ido más lejos… RFJ : Leí sobre una novela–no recuerdo si ya fue publicada o está por salir–que en sus páginas impresas te dará indicaciones de cuándo debes recurrir a un sitio web que interactúa con la historia del libro. Y, para cambiarnos de medio, series de TV como 24 y Gilmore Girls habrían sido algo muy distinto si sus guionistas no hubieran contado con los teléfonos celulares en su arsenal de recursos narrativos. Por darte otro ejemplo, tengo una novela planeada cuya trama en gran parte gira en torno a la página de Facebook de uno de sus personajes… HLC : Retomando entonces el tema de los personajes, el lector tiene que involucrarse en el desarrollo y la continuidad de los mismos… RFJ : Los personajes deben trascender al autor. Si no, mejor escribe una autobiografía. Sería cool que cuando me muera, recuerden más a Sabrina que a mí, ¿no? Es ya un hecho que Ramón Francisco Jurado está gestando nuevas sorpresas literarias que, en su momento, ratificarán su madurez como escritor de novela policíaca; al mismo tiempo, no vacilará en incluir técnicas narrativas que lo identifiquen aún más con sus lectores. Habrá que visitar su blog mientras se aguarda la próxima aparición de Sabrina o, tal vez, la nueva entrega de la que no quiere ahora hablar mucho, pero que sí promete ser un fiel reflejo de la sociedad que represente. NOTAS 1 Se refiere al Círculo de Lectura de la Universidad Santa María La Antigua, en Panamá. Estos círculos eran organizados por el profesor y crítico literario Ricardo Arturo Ríos Torres con el fin de fomentar la lectura, el intercambio de ideas y el estudio literario. Sus integrantes crearon el Boletín Huellas , al que se hace mención más adelante en la entrevista. Después de Huellas surgió el Círculo de Lectura “Guillermo Andreve”, también con su boletín propio. 2 Se refiere aquí a El símbolo perdido (2009) de Dan Brown. 3 Me refiero a Luis López Nieves. El narrador puertorriqueño en su última novela, El silencio de Galileo (2009), desarrolla, una vez más, la técnica narrativa mencionada.

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