Revista Horizontes: primavera/otoño 2013 | Año LVI-LIX Núms. 108-115
Planteamiento del problema Se rumora que Puerto Rico es un país alegre y fiestero, pero no se quiere ver la realidad que se esconde detrás de todo esa fiesta. Sara M. (2006), planteó Alarmantes cifras de accidentes de tránsito, para abril de ese año, en Puerto Rico se registraron 157 muertes en las carreteras. De las cuales 55 dieron positivo y 102 dieron negativo a la prueba de alcohol en sangre. Pero todas fueron clave a la hora de cobrar vidas. Aproximadamente un 25% de los accidentes en el país son por el consumo de alcohol. No existe una definición adecuada y aceptable para el concepto de alcoholismo. El comité de experto de salud mental define alcohólicos como “aquellos bebedores exclusivos cuyo dependencia del alcohol han alcanzado tal nivel que muestran perturbación mental o un problema de salud corporal, mental, social y económico o muestran signos preliminares de dichos desarrollo”. Jellinek define alcoholismo como “cualquier uso de bebida que cause daño al individuo, a la sociedad o a ambos”. Este ultimo plantea cinco clasificaciones de alcoholismo (Yates, 1973). 1. El alcoholismo alfa – cuando se posee una dependencia psicológica, para controlar el dolor corporal y emocional. No conlleva una pérdida de control. 2. El alcoholismo beta – es donde el uso excesivo de alcohol causa cirrosis hepática, gastritis y poli- neuropatía, pero no hay dependencia. 3. El alcoholismo gama – donde hay dependencia física y pérdida de control. 4. El alcoholismo delta – la misma de la clasificación gama pero en vez de pérdida de control, hay incapacidad de abstenerse. 5. El alcoholismo épsilon – se refiere a crisis periódica del alcoholismo. Según Manzanera (2008), tomando en cuenta las variables que estamos estudiando ó sea el alcoholismo y el conducir en ese estado ocasionando accidente, podemos decir que en estos casos se presenta una víctima directa, quien recibe un daño físico. Dentro de los distintos tipos de víctimas qué plantea Luis Rodríguez Manzanera en el libro Victimología del 2008, podemos destacar que tipos de víctimas que aplican a este estudio: • Puede ser una víctima voluntaria, en caso de que la víctima este acompañando al conductor ebrio y sabiendo su estado lo deje conducir. • Puede ser una víctima no participante, lo que nos dice que cualquier ciudadano de este país no está exento de tener un accidente con un conductor ebrio. • Víctimas accidentales que son al azar, por casualidad, por estar en el lugar menos indicado. Trasfondo histórico La secretaria de departamento de servicios contra la adicción (DESCA) menciono para el año 1987, que 8,500 alcohólicos eran atendidos entre cinco centros de salud establecidos en la isla para ese mismo tiempo. De los alcohólicos la mayoría eran hombres. Además que en el 75% de los hogares puertorriqueños se consumía bebidas alcohólicas para ese entonces. Indica también, que cuando se va a visitar a un hogar lo primero que ofrecen es un trago de licor. En esta cultura se critica a las mujeres que beben, pero no se ve mal que un hombre lo haga. Por ello, se ve más casos de hombres alcohólicos, que de mujeres (Fernández, 1987). EL instituto de medicina Legal de la Universidad de Puerto Rico realizo un estudio sobre los accidentes de tránsito y el alcoholismo en el país, publicado en la prensa en enero de 1970. Donde se investigó 304 casos de muertes por accidentes de tránsitos ocurridos en el 1968, de las cuales a 206 se le practicó el análisis para la determinación de nivel de alcohol en sangre. De esos casos, 96 personas dieron positivo y 110 negativos. El porciento de los que dieron positivo fue de 0.15% o más de alcohol en sangre. La mayoría de estas muertes ocurrieron durante los fines de semana y en la noche; específicamente sábado. Un dato curioso que se menciona es que de todos los casos que dieron positivo, solo 6 mostraron lecciones en el hígado. Lo que nos indica que la mayoría de los accidentes son provocados por bebedores sociales no son los enfermos alcohólicos (Abreu, 1972). En el 2006, Valeria Amaro García realizó en estudio descriptivo titulado: “Nivel de conocimiento sobre los efectos del alcohol en una muestra de adolescentes”. Donde recopiló una información a base de una muestra de adolescentes de dos colegios del área sur de Puerto Rico, para crear datos que puedan justificar la creación de un programa de prevención. Valeria tomó en cuenta una población de estudiantes a nivel de escuela superior, seleccionados por disponibilidad, genero, aprovechamiento académico y el uso de alcohol. Se reflejo que un 77.7% han consumido alcohol alguna vez en su vida, pero aun no tienen 18 años de edad. Se dispone en la ley de Puerto Rico que la edad de 18 años es la edad mínima para que se pueda comprar alcohol y consumir. Un 26.7% confirmaron haber consumido alcohol en una fiesta familiar y social. Además rebeló que los hombres tienen mayor conocimiento sobre las consecuencias del alcohol que las mujeres (Amaro, 2006). Existen síntomas predominantes cuando la persona está bajo los efectos del alcohol, entre ellos está el miedo, la angustia y el sobresalto. La huida bajo la influencia del miedo y de las alucinaciones es un hecho significativo del alcoholismo. La persona se va sin reflexionar y sin titubear, quitando los horizontes@pucpr.edu Años LVI-LIX Núms. 108-115 Horizontes – primavera / otoño 2013-2016 22
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