Revista Horizontes: primavera/otoño 2013 | Año LVI-LIX Núms. 108-115
deben demostrar: cuidado centrado en paciente, trabajo en equipo y colaboración, práctica basada en la evidencia, mejoramiento de la calidad e informática. En 2005 el Quality and Safety Education for Nurses (QSEN) Project, compuesto por prominentes educadores e investigadores, adoptó a enfermería las cinco competencias, añadió la de seguridad y las denominó competencias de calidad y seguridad (Cronenwett et al, 2007). Luego de estudios rigurosos en diferentes escuelas de enfermería de Estados Unidos, establecieron los conocimientos, las destrezas y las actitudes de cada una de las competencias. En el verano de 2012 la investigadora realizó una evaluación de documentos del Programa de Bachillerato de Bachillerato de Enfermería participante y encontró que una de las rúbricas de un curso del nivel IV, no medía las competencias de calidad y seguridad, por lo que planteó ¿Existe relación entre el nivel de dominio de las competencias de calidad y seguridad y la etapa de adquisición de la competencia clínica del Modelo de Benner en estudiantes de Bachillerato de Enfermería? La investigación estuvo basada en dos modelos de competencias del campo de enfermería: el Competency Outcomes Performance Assessment (COPA) Model (Lenburg, 1999) y el Modelo de Etapas de Adquisición de la Competencia Clínica (Benner, 1984) (Figura 1). El COPA Model contribuye a transformar un currículo de educación tradicional en uno basado en competencias. El modelo Etapas de adquisición de la competencia clínica (Benner, 1984) establece la trayectoria hacia el logro de la competencia clínica a través de cinco etapas. Experto. Figura 1. Marco conceptual teórico En la literatura relacionada con la competencia clínica se destaca un estudio basado en el Modelo de Benner (1984), realizado en 1999 por McHugh, & Lake en 182 hospitales de Pennsylvania, Estados Unidos para explorar la relación entre las características individuales de los enfermeros y la pericia clínica. Encontraron que los enfermeros de bachillerato demostraron mayor pericia clínica que los de grado asociado. En 2012, LeRoux, & Kanyle realizaron un estudio en África del Sur con estudiantes de los cuatro niveles de un programa de bachillerato, basado en las cuatro etapas de adquisición de la competencia clínica del Modelo de Benner. Encontraron que el progreso de la competencia no ocurre a medida que los estudiantes progresaban en el nivel de estudios, en especial en los estudiantes de cuarto año. Con relación a las competencias de calidad y seguridad, Sullivan, Hirst, & Cronenwett realizaron un estudio en 2008, en 17 escuelas de enfermería de Estados Unidos, con el propósito de estimar las perspectivas del contenido de la calidad y la seguridad en los programas de enfermería y determinar cómo los estudiantes adquieren los conocimientos, las destrezas y las actitudes de las competencias. Los estudiantes indicaron que el conocimiento y las destrezas estaban incluidas en el currículo, pero se exponían más en los cursos didácticos y en la práctica clínica que en los laboratorios de simulación. Un estudio realizado en California, Estados Unidos en 2012 por Pauly-O’Neill, & Cooper, para determinar el tiempo que los estudiantes de enfermería dedicaban a cada una de las competencias de calidad y seguridad en las rotaciones clínicas, reflejó que no todas las competencias fueron demostradas de igual forma en el escenario clínico. Metodología La población de esta investigación, de carácter descriptivo correlacional, fue constituida por 40 profesores de enfermería y 686 estudiantes de enfermería. La muestra fue seleccionada por disponibilidad y estuvo compuesta por cinco profesores de enfermería, del sexo femenino, contratados a jornada completa o parcial y asignados al laboratorio clínico de un curso del nivel IV. Por su parte, los 44 estudiantes de enfermería, 37 (84%) del sexo femenino, entre las edades de 21-34 años (media 23), matriculados en el laboratorio clínico del curso. Se utilizó el Instrumento de Evaluación de la Ejecución Clínica, traducido del Clinical Performance Evaluation Tool (Walsh, Jairath, Paterson, & Grandjean, 2010). Consta de una lista de cotejo en la que se incluyen las seis competencias de calidad y seguridad con los aspectos más importantes, con una escala tipo Likert, la cual provee para identificar el nivel de dominio de las competencias en Alto, Intermedio o Bajo. Además, proporciona una guía para contestar el Instrumento, que incluye los conocimientos, destrezas y actitudes de las competencias de calidad y seguridad. Se utilizaron dos instrumentos: el Cuestionario sobre la etapa de adquisición de la competencia clínica de los estudiantes de bachillerato de enfermería y el Cuestionario horizontes@pucpr.edu Años LVI-LIX Núms. 108-115 Horizontes – primavera / otoño 2013-2016 53
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