Revista Horizontes: primavera/otoño 2011 | Año LIV Núms. 104-105
16 JOSÉ MARTÍ: FILOSOFÍA DE VIDA , UNA OBRA DE CARLOS ROJAS OSORIO. Dr. José R. Villalón Profesor de Humanidades Universidad de Puerto Rico en Ponce El libro que reseñamos estaba listo para finales del año 2005, pero no fue hasta la celebración del 11º Encuentro Internacional de Educación y Pensamiento en la República Dominicana, en mayo 2010, dedicado al insigne prócer cubano, que finalmente vio la luz. Dificultades posteriores han hecho que solo en estos días, y en Puerto Rico, se presente por primera vez. El libro es de la autoría del Dr. Carlos Rojas Osorio, Catedrático de Filosofía y Humanidades en la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Es un ejemplo más de la esmerada atención que el distinguido escritor dedica al pensamiento latinoamericano y caribeño. Los pueblos de América crecemos, entre otras formas, en la medida que tomamos consciencia del valor de las ideas y de las luchas de los mejores representantes de nuestro pueblos. Esto es particularmente cierto cuando de Martí se trata, pues su pensamiento deslumbra todavía por su forma y conserva un decisivo valor por su contenido. José Martí. Fotografía reproducida de: Romero, I. (2010). ICS Lecture: A Re-reading of José Martí. Repeating islands: News and commentary on Caribbean culture, literature, and the arts. Recuperado de http://repeatingislands.com/2010/09/26/ics- lecture-a-re-reading-of-jose-marti/ Se trata, en esta obra de nuestro prolífico filósofo e historiador Carlos Rojas, de un libro escrito con un cuidado riguroso, fruto de una lectura de la ingente obra completa de José Martí, en la que el autor fue escogiendo lo más representativo del pensamiento filosófico del patriota y pensador cubano en lo relativo a cómo debe el hombre vivir: las ideas que pueden fundamentar su reflexión, el amor que debe inspirar su acción toda, la belleza y la fruición que pueden acompañar nuestra existencia, a pesar de la presencia frecuente del dolor y la injusticia. Después de unas palabras preliminares que ponderan la visión del autor, la excelencia de su trabajo y la importancia y utilidad del libro para dominar los criterios más importantes con los cuales acercarse a la obra de extraordinaria de Martí - palabras que agradezco a Carlos Rojas me haya invitado a colocar como antesala a su trabajo - el libro se divide en dos partes netas. En la primera, se nos dan las herramientas para desentrañar la profundidad del pensamiento martiano, por cierto, muy poco convencional. Martí es leído a menudo por su valor poético. Pocos hasta ahora han destacado específicamente la dimensión filosófica que sus escritos encierran. La escritura del Apóstol es enardecedora y rica en sustancia, pero su vestimenta, descrita usando las palabras del mismo Martí, es frecuentemente sencilla, natural, desprovista de todo artificio y tecnicismo, lo que pudiera disimular la riqueza y solidez de la base filosófica. En la segunda parte, Carlos deja la palabra a Martí, agrupando bajo ocho acápites su filosofía de vida. Ellos son: Filosofía y teoría del conocimiento, Ontología, Ética, Política desde la Ética, Estética, Educación, Crítica de la Religión, y Nuestra América. Es este un gran acierto que permite a Carlos recoger en ricas síntesis un pensamiento disperso por los veinticinco volúmenes de sus obras completas. A este tipo de ordenamiento se presta el estilo de Martí, sentencioso, lleno de vivas metáforas, fácilmente agrupable en forma aforística. Nada en la obra de Martí es trivial. Si su palabra fue un don de un poder extraordinario, dicha palabra no era sino la forma de trabajar de un hombre que era todo acción y propósito. Sus palabras eran, no solo palabras, sino como dicen ciertos modernos, actos de habla , destinados a cambiar el mundo. La ficción jurídica ha pretendido, muy a menudo a nuestro favor, pero en realidad sin base sólida, que la expresión del pensamiento no delinque. Es esa una convención útil y un adelanto para el mundo, pero a decir verdad, si no delinquiera, tampoco podría merecer. Hay ciertamente discursos delictuosos, como todos los que disminuyen la dignidad del Hombre, y hay meritorios actos de habla que transgreden victoriosamente el inicuo orden establecido. El tiempo me aconseja dejar esta segunda parte - la antológica - a los lectores, aunque en la medida de lo posible incluiremos la cita de algunos textos. En cuanto a la primera parte, es sumamente esclarecedora para decidir con qué criterios, tomando en cuenta qué circunstancias, nos enfrentaremos a los textos de Martí, para leerlos en su justa perspectiva. Sin embargo, estas páginas son tan ricas que tendremos que escoger aquellas que más nos han llamado la atención, dejando a los futuros lectores hacer su propia cosecha.
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