Primavera otoño 2019 (Año LXII Núms. 120-121)

horizontes@pucpr.edu Año LXII Núm. 120-121 horizontes PRIMAVERA/OTOÑO 2019 PUCPR 19 un diagnóstico de algún problema específico de aprendizaje (Montañez Ortiz & Gayol Martínez, 2015). Todas las variables mencionadas se han observado en el sistema educativo puertorriqueño durante las últimas décadas, por lo que la deserción se ha convertido en un verdadero problema para los gerentes educativos, padres de los estudiantes y la sociedad en general. Planteamiento del problema El problema de la retención y la deserción estudiantil se requiere investigar desde diferentes perspectivas dentro del contexto del sistema de educación público, ya que no se ha estudiado lo suficiente. Este asunto resulta vital, todo con el objetivo, de aumentar el por ciento de retención de los estudiantes en los planteles educativos es un asunto de vital importancia (Instituto de Estadística, 2018). Según las estadísticas de la Oficina del Censo de Puerto Rico del 2010, hay un gran número de desertores de las escuelas del país (Negociado del Censo de los E.E.U.U., 2010). De acuerdo con el Negociado del Censo, un 40% de los estudiantes que empezaron sus grados primarios no completaban sus estudios supriores. La información de dicho manuscrito señaló que un 14% de la población de jóvenes entre los 16 a 19 años no estaban matriculados en la escuela, ni poseían el diploma de escuela superior. Simultáneamente, se evidenció que un 5% de la población de 25 años o más, nunca ha asistido a la escuela o no tenían ningún grado aprobado. Como puede visualizarse, el problema de la deserción escolar es un problema que ocurre en las escuelas públicas del de Puerto Rico. Según las estadísticas publicadas por el Departamento de Educación de Puerto Rico en el 2012 de un cohorte de 38,333 estudiantes que se matricularon en décimo grado por más de una década (iniciando del año 2009), se descubrió que solo se pudo explicar cuál fue el destino de un 20% de los estudiantes que desertaban (un poco más de la mitad de los desertores escolares puertorriqueños), no así del otro 18%. Sin embargo, el estudio solo reveló que de ese por ciento de desertores, 15% era féminas y 21% eran varones (36%), por lo que tampoco se documentaron las razones precisas para el éxodo de los estudiantes del sistema educativo puertorriqueño (durante la década estudiada). Cabe señalar, que el por ciento de retención de los estudiantes en dicho estudio fue de un 64%. Acorde con el Reporte de Deserción Escolar 2015-2016, un informe que responde a la Ley # 165 de 29 de julio de 2011 - Ley para enmendar el Artículo 1.03 de la Ley Núm. 149 de 1999 de la Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico (P. del S. 1845 § 2011), cuyo propósito ha sido obtener un informe de detección de la deserción escolar en la Isla. El más reciente informe que se ha publicado de los estudiantes que han abandonado las escuelas públicas es del año escolar 2015 a 2016 (Instituto de Estadísticas, 2018). De acuerdo a ese informe, un 7% de los estudiantes desertan en la escuela elemental o primaria, un 74% lo hacen en escuela intermedia y un 2.32 deserta en la escuela superior o secundaria. El Reporte de Deserción Escolar informe tiene una lista de 26 razones para abandonar la escuela. De esa lista de razones, la mayor cantidad de estudiantes desertan de la escuela, debido a que se transfieren a otra escuela en los Estados Unidos de América u otro país (7,371 estudiantes). Luego le sigue la razón que se transfiere a escuela nocturna, de adultos o Proyecto CASA; cuyo nombre es Proyecto Centro de Apoyo Sustentable al Alumno (1,571 estudiantes). En tercer lugar, está que se dan de baja para estudiar en un programa acelerado o alternativo (854 estudiantes). Sin embargo, surge la gran interrogante de cuántos de esos estudiantes completan su preparación académica finalmente en esas dos modalidades de estudio, pero no hay forma de constatarlo. Esto es así, ya que el Gobierno de Puerto Rico no ha actualizado la lista de personas analfabetas desde el 2010 (Sanjurjo, 2016). De acuerdo a Sanjurjo, se ha visto una tendencia de aumento en las personas menores de 30 años que no cuentan con las destrezas de alfabetización básica, por no tener su diploma de