Primavera otoño 2020 (Año LXIII Núms. 122-123)

horizontes@pucpr.edu Año LXIV Núm. 124-125 horizontes PRIMAVERA / OTOÑO 2021 PUCPR 21 real, como una presencia muda, una imaginación silenciada. Estructural y semánticamente, la fantasía colabora en la disolución de un orden experimentado como agresivo e insuficiente. Al escrutar y corroer lo real, constituye una sutil invitación a la agresión. Al intentar transformar la relación entre lo imaginario y lo simbólico, la fantasía ahueca lo real, revelando su ausencia, su otredad, lo dicho y lo no visto. Y cierra su obra con una cita de Todorov: “Lo fantástico nos permite cruzar ciertas fronteras que son inaccesibles mientras no tengamos recursos para hacerlo”. 19 Literatura Fantástica en Hispanoamérica La crítica establece que el ecuatoriano Juan Montalvo inicia la literatura fantástica hispanoamericana con su cuento Gaspar Blondín , escrito en París, el 6 de agosto de 1858, según la fecha al pie de página. Se publicó el 3 de enero de 1866 en Quito en la Revista El Cosmopolita , de la cual el propio autor era director y único redactor. 20 Juana Manuela Garriti ocupa el segundo lugar. Publicó en 1865 el libro Sueños y realidades , donde incluye el cuento fantástico Quien escucha se mal oye . En 1876, publica Panoramas de la vida en donde incluye Coincidencias , que es un conjunto de “cuatro cuentos que inauguran la tradición de la literatura fantástica argentina” y, además, constituye el primer conjunto hispanoamericano de cuentos fantásticos, de acuerdo con Paul Verdevoye. 21 Miguel Cané, considerado argentino aunque nació en Montevideo, publicó en 1876 19 Rosemary Jackson, Op. cit. 20 Oscar Hahn, Fundadores del cuento fantástico hispanoamericano , 1998, p. 29. 21 Aparentemente Verdevoye desconoce la publicación del cuento Quién escucha su mal oye en 1865, el cual contiene más elementos fantásticos que los que se el libro Ensayos, obra de diferentes géneros, que incluye el cuento El canto de sirena . Eduardo Blanco, venezolano, publicó Cuentos fantásticos en 1873. Eduardo L. Holmberg “contribuye de manera considerable al desarrollo de la literatura fantástica hispanoamericana”, de acuerdo con Hahn. 22 Publicó en 1876 el cuento El ruiseñor y el artista en forma de folletín. Ese mismo año también publicó La pipa de Hoffmann ; en 1879, Horacio Kalibango o los autómatas ; en 1889, El medallón ; en 1896, las novelas breves La caja endiablada y Nelly . El ruiseñor y el artista 23 se anticipa por quince años a El retrato de Dorian Grey (1896) de Oscar Wilde. En Horacio Kalibango o los autómatas aparecen los motivos del visitante insólito, el golem (“creación de seres artificiales, a imagen y semejanza del creador o de los seres naturales” 24 ) y el doble, tema que introduce en la literatura fantástica hispanoamericana, según Hahn. Holmberg impone en el cuento fantástico hispanoamericano la técnica de la novela policial, en la cual se expone un enigma que el narrador trata de resolver, manteniendo al lector en expectativa hasta el final. Con Holmberg se afianza en el cuento hispanoamericano la técnica del narrador en primera persona. encuentran en Coincidencias y, en rigor, se debería considerar este cuento como el iniciador de la tradición fantástica argentina. 22 Ibid., p. 119. 23 Ibid., p. 121-136. 24 Oscar Hahn, op. cit. (1978), p. 56.

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