Si eres un cuidador que trabaja, aquí tienes un plan a seguir Los expertos recomiendan un plan de cinco áreas que puede ayudarte a manejar esta responsabilidad de una mejor manera Por: Dr. Ángel Muñoz Alicea catedrático asociado del Departamento de Psicología, director de la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores Cada vez más personas en Puerto Rico están en una situación compleja: mantener una carrera profesional mientras cuidan a un familiar adulto mayor. Si estás en el rango de edad de 35 a 50 años, es probable que te toque asumir esta responsabilidad en el futuro cercano. Estudios realizados por la Escuela para Cuidadores de Adultos Mayores de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico exponen la realidad de muchos cuidadores en la Isla. En su mayoría, son mujeres de unos 47 años, con jornadas de trabajo a tiempo completo y que destinan un 20% de sus ingresos al cuidado de sus familiares y todo esto sin beneficios fiscales que reconozcan su importante contribución. Si esta es tu realidad, posiblemente enfrentas un doble desafío: mantener tus metas profesionales mientras apoyas a tu ser querido. A medida que nos acercamos al 2030, se espera que los adultos mayores representen el 40% de la población de Puerto Rico y que el 86% de ellos prefiera envejecer en sus propios hogares. Este panorama plantea grandes retos, como la planificación del cuidado. Esta planificación no solo es esencial para asegurar el bienestar del adulto mayor, sino también para minimizar las pérdidas laborales y evitar sacrificios desproporcionados por parte de los cuidadores, especialmente las mujeres. Con esto en mente, si ya eres o sabes que pronto serás cuidador, aquí tienes un plan de cinco áreas que puede ayudarte a manejar esta responsabilidad de una mejor manera: Diálogo familiar sobre expectativas de apoyo El cuidado de un adulto mayor no debe recaer en una sola persona. Es fundamental abrir espacios de conversación específicos con toda la familia antes de asumir el rol de cuidador. La comunicación abierta y constante evita conflictos y malentendidos, permitiendo distribuir las responsabilidades de manera justa y efectiva. Aunque estas conversaciones podrían resultar incómodas para algunos familiares, el objetivo debe centrarse en establecer expectativas claras sobre el tipo de apoyo que cada miembro puede ofrecer. Esto incluye considerar opciones de cuidado a largo plazo, evaluar las necesidades médicas, financieras y tener listos los documentos legales necesarios. Desarrollar un plan bien definido les dará tranquilidad y una guía clara para el futuro. Planificación financiera para el cuidado de tus padres Ser cuidador implica afrontar gastos imprevistos que pueden abarcar desde medicamentos, equipo de asistencia, transportación a citas médicas y adaptaciones en el hogar. Investiga bien los servicios que puede cubrir el plan médico y los programas o subsidios gubernamentales que pueden aliviar parte de estos costos. Lo más recomendable es que abras una cuenta de ahorro destinada específicamente a este fin. Así, cuando surjan imprevistos, podrás 48
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