Revista Huellas del Futuro | año 2015 vol. 2

del Sol porque es un choque de dos culturas, dos religiones y dos estilos arquitecnónicos. Se entremezclan lo colonial con la andino”. También, visitaron los centros arqueológicos Sacsayhuamán y Qenqo, espacios religiosos donde los incas celebraban sus ritos. La estudiante Tamara López dijo que lo interesante de esta civilización es la importancia que le daban al misticismo. El estudiante de Historia, Juan Pérez Quiñones afirmó, “Los incas tenían unos conocimientos de ingeniería y arquitectura impactantes. Me llevo la experiencia de recorrer lo que ellos dejaron como patrimonio de la humanidad”. De igual manera, subieron las montañas de Ollantaytambo que mantienen la estructura original de la ciudad inca y conocieron el Valle Sagrado, surcado por el río Vicanota y Urumbamba. Igualmente fueron hasta el poblado indígena de Pisac. Rumbo a Puno, una ciudad al sur de Perú, el grupo se trasladó en autobús por espacio de ocho horas. En medio del extenso recorrido, visitaron la Iglesia de Andahuaylillas, conocida como la Capilla Sixtina de América y las ruinas pre incas de Raqchi. En Puno, el grupo Pionero salió en lancha a la Reserva Nacional del Titicaca, uno de los lagos navegables más altos del mundo. Tras cruzar las frías aguas de invierno, pisaron la Isla de los Uros, un archipiélago que consta de 70 pequeñas islas que reflejan el más fiel retrato de esa cultura. En la actualidad, los habitantes continúan viviendo como sus ancestros. Preservan sus Llegaron ante la obra maestra del imperio inca, Machupichu. costumbres e idiosincrasia. Al atardecer, una imponente vista acaparó las miradas de todos, tras una agotadora caminata por una montaña de Puno. Una excursión a las Chullpas de Sillustani, una zona arqueológica situada a casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, les permitió disfrutar de un majestuoso paisaje en la laguna Umayo. Esta necrópolis, construida por los Collas, es una de las más largas en América y una de las más impresionantes del mundo. La estudiante de Maestría en Historia, Raisha Cruz, dijo “Es increíble ver cómo existen civilizaciones que mantienen su lengua y su cultura en una sociedad tan globalizada. Los Uros viven como si el tiempo se hubiera detenido para ellos.” Antes de culminar la aventura en Perú, los estudiantes visitaron el Museo de Arte de Lima, que recoge una colección de más de doce mil piezas basadas en el arte precolombino, colonial, contemporáneo, entre otros. Los viajeros también disfrutaron de la rica gastronomía peruana. Degustaron de una amplia variedad de 3,500 papas, causa, ceviche, jalea mixta de mariscos, lomo saltado, ají de gallina, pisco sour, trucha, arroces y hasta el cuy, un conejillo de indias muy preferido, particularmente en las zonas andinas. El plato se come desde la época pre incaica y actualmente es una de las comidas más importantes en el país.

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