24 pontificia universidad católica de puerto rico Jetró continúa recomendándole a Moisés lo siguiente: “Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez” (Ex. 18:21). Igualmente, le indica a Moisés, “Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo” (Ex. 18:22). En esta cita bíblica se pueden ver elementos importantes en la organización del trabajo en tiempos modernos: la división del trabajo, la delegación de autoridad y la competencia técnica, entre otros. De otra parte, en Levítico hay una referencia al día de reposo. El Señor le comunica a Moisés una serie de directrices para el pueblo de Israel, entre ellas, establece lo siguiente: “Seis días se trabajará, más el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis” (Lv. 23:3). Por otro lado, el salmista le ruega al Señor, “Mira mi aflicción y mi trabajo, y perdona todos mis pecados” (Sal. 25:18). Más adelante, en otro de los salmos se señala: “Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien” (Sal. 128:2). En el libro de Eclesiastés hay varias citas sobre el trabajo como la siguiente: “Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios” (Ecl. 5:19). Interesantemente, en el libro de Jeremías se encuentran dos visiones distintas sobre el trabajo. En primer lugar, una versión pesimista sobre el trabajo y sus frutos en la cita que reza: “¿Para qué salí del vientre? ¿Para ver trabajo y dolor, y que mis días se gastasen en afrenta?” (Jer. 20:18). En contraste, una visión más positiva se encuentra más adelante en dicho libro “Así ha dicho Jehová: reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo” (Jer. 31:6). Por último, en el libro de Apocalipsis se encuentran dos referencias al tema del trabajo de las iglesias de la época; la primera establece, “Yo conozco tus obras y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que dicen ser apóstoles, y no lo
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