49 la situaciónde los trabajadores enpuertoricodurante la pandemia provocada por el covid-19: precariedad, soledadlaboral e intenciónde abandonar el empleo se brindan de acuerdo con niveles o categorías de la organización, y fluctúan entre lo salarial y lo extrasalarial, dependiendo de la modalidad que elija la organización. En los beneficios sociales se pueden encontrar “las cafeterías, guarderías, planes de acción, stock options, protección de salud para la familia, planes de pensiones, descansos remunerados, flexibilidad, programas para cubrir gastos de estudios” (p. 40) tanto para los hijos como para el empleado en el nivel que sea. También, se contemplan programas como reconocimiento de méritos y distinciones con objetivos específicos. De acuerdo con este autor, la relevancia de los beneficios sociales radica en el sentido de pertenencia con la organización que se genera en el trabajador, “produciendo la empresa, a través de ellos, un efecto psicológico positivo y estable, que da valor añadido desde un punto de vista emocional” (Jiménez, 2009, p. 41). De acuerdo con lo anterior, el primer estudio reseñado versa sobre los temas de salarios e incentivos. El mismo fue llevado a cabo por Lope (2009) con un enfoque cualitativo que indagó las estrategias de gestión de recursos humanos de las empresas españolas que operan en Cuba. Para el estudio, se llevaron a cabo entrevistas en profundidad a trabajadores de ocho organizaciones, entre los que se encontraban supervisores, directivos de personal y/o representantes de los trabajadores. Dichas organizaciones variaron desde grandes empresas con más de dos mil trescientos empleados, hasta PYMES con diez empleados. La característica común de estas organizaciones era que casi el 100% de los trabajadores era cubano y menos del 1% era español. Los investigadores reseñaron en sus conclusiones que la ventaja competitiva de estas organizaciones se basaba en aspectos que involucraban un mejor salario en comparación con el salario que un empleado ganaba en una empresa cubana, así como la posibilidad de recibir formación e incentivos monetarios, servicios gratuitos de transporte y de comida, y mejores condiciones laborales. Todos estos aspectos ponían a dichas organizaciones en ventaja para obtener el mejor talento humano, frente a otras organizaciones que operaban en ese país. Los autores aclararon que dichos incentivos eran aprobados por las autoridades cubanas (Lope, 2009). Una investigación, desarrollada por Ganga-Contreras y Burroto (2012) entre rectores y miembros de los altos cuerpos directivos de 29 universidades chilenas, indagó acerca de la percepción de estos
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