64 pontificia universidad católica de puerto rico lado, en lo tocante a la calidad de las relaciones familiares, se halló que los participantes percibieron que las mismas mejoraron durante el período de la cuarentena con relación al período previo a este. Los resultados denotan que percibieron niveles mayores de cohesión familiar y expresividad, y niveles menores de conflicto. Los datos no apoyaron la existencia de diferencias estadísticamente significativas en las percepciones de la eficacia familiar antes y durante la cuarentena o encierro (Balenzano et al., 2020). Por último, el estudio reveló que la situación de confinamiento había traído consigo un aumento en los niveles de estrés parental, pero que, paradójicamente, habían aumentado sus destrezas de crianza positiva [positive parenting] al permitirles estar más tiempo con sus hijos, tener más tiempo para dialogar con ellos, etc. En contraposición a estos hallazgos, un estudio llevado a cabo por Lizana y Vega Fernández (2021) entre maestros de escuelas intermedias y superiores que enseñaban de manera remota por razón de la pandemia, utilizó como muestra a 336 maestros de 14 de las 16 regiones de Chile. El objetivo principal de la investigación fue evaluar la calidad de vida laboral de los maestros chilenos y su relación con algunas variables sociodemográficas, las horas trabajadas y el balance trabajo-familia durante la pandemia provocada por el COVID-19 (p. 7). Los datos del estudio se recopilaron entre julio y octubre del 2020, período marcado por órdenes de confinamiento en dicho país sudamericano y por la enseñanza a distancia en las escuelas. Los datos fueron recopilados a través de la plataforma Survey Monkey mediante varios instrumentos que recopilaron información sociodemográfica de los participantes, información personal y de su vida familiar y una escala de Calidad de Vida Laboral (Lizana & Vega Fernández, 2021). Los hallazgos del estudio revelaron niveles bajos de Calidad de Vida Laboral entre los participantes. De igual forma, apuntaron a que aquellos participantes con edades menores a los 44 años estaban más afectados en los aspectos mentales de la Calidad de Vida Laboral, mientras que los que tenían 45 años o más denotaban mayores efectos en los aspectos físicos de la Calidad de Vida Laboral. En relación con el balance trabajo-familia, el estudio encontró que el 86% de los participantes que había denotado puntuaciones bajas en la subescala de salud mental del instrumento de Calidad de Vida Laboral, indicaron que
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