Violencia desde la desconexión moral

31 violencia desde la desconexiónmoral las diferencias en percepción de violencia, encontrándose que hay mayor conciencia sobre la violencia en generaciones mayores (Elias, 2003) igual discriminación de lo violento (percepción) entre todas las generaciones (Laguna, 2006) y mayor desensibilización y tolerancia a esta en los más jóvenes (Bosco, 2004). Las razones ofrecidas para estas diferencias varían desde la relación existente entre la percepción de violencia presente y episodios de maltrato previos experimentados por los participantes (Laguna, 2006) hasta que las expresiones de la violencia son parte de su “experiencia cultural”, pero desde la posición segura de la distancia que impone una película, una fotografía o un videojuego (Bosco, 2004). Esta expresión cultural de la violencia, las autoras de este trabajo la llamaron, la “huella” de los valores de la violencia, que permea en estos juegos, vídeos y películas. La misma, levantó la pregunta de si se queda en los adolescentes y adultos jóvenes y los deshumaniza o desensibiliza ante la violencia real, o sea, si los hace más vulnerables. Un “task force” sobre violencia en los medios, examinó la literatura sobre violencia desde el 2009 al 2013 y encontró que la exposición a los videojuegos violentos está asociada con aumento en: conducta agresiva, cogniciones agresivas, desensibilización y disminución en empatía (Calvert, et. al., 2017). En Puerto Rico, han sido escasos los estudios dirigidos a estudiar algunas de estas relaciones comparando las distintas generaciones. marco teórico Según Gorman-Smith, Henry y Tolan, (2004) un alto número de adolescentes y jóvenes adultos ha presenciado actos violentos en algún punto en sus vidas. Esta constante exposición a eventos violentos ha provocado que los mismos interpreten la violencia de forma muy diferente a generaciones anteriores. Por consecuencia, los más expuestos, parece que justifican la misma según el contexto en el cual esta se presenta, alejándose de los estándares morales que vislumbran la violencia como un acto extremo e injustificado. A este proceso, Bandura (1986, 2016) lo llama desconexión moral. Este autor, como se expuso en el capítulo 2, propone que a lo largo de la vida de una persona, esta establezca un conjunto de valores que rija sus actos morales; pero, en ocasiones, las personas usan estrategias de pensamientos para permitirse la violación a esos valores. La vía para esto es la desconexión moral. Los ocho mecanismos identificados por Bandura, (expuestos en el capítulo

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