Violencia desde la desconexión moral

38 pontificia universidad católica de puerto rico puede abordarse el problema como uno que atañe a todos y no dejarlo a los especialistas en conducta humana. Abordar los problemas sociales desde un enfoque preventivo debe incluir, no solamente disminuir los factores de riesgo, sino también aumentar los factores de protección. Si la educación como factor de protección comienza a mostrar evidencia de que no lo es, se podría estar en los albores de un cambio social radical que llegue a alterar el curso de la historia. Como factores de riesgo identificados en este estudio, están el ser varón y de una generación más joven (Generación Y) que parecen explicar las actitudes y tolerancia mayor a la violencia. Disminuir estos factores de riesgo requiere se visualice el problema desde una perspectiva multifactorial, donde se alerte a la sociedad, con respecto del mensaje de la exposición de los jóvenes a la violencia. Esto requerirá el hacer uso de los medios de comunicación y tecnológicos utilizados por las generaciones más jóvenes, con el fin de que puedan entender las consecuencias finales de legitimar la violencia. A esos fines parecen prudentes las siguientes recomendaciones: 1) Utilizar los medios tecnológicos que les sean atractivos, especialmente para la generación Y, para promover la prevención a la violencia, provocando con esto el riego a la disminución del afecto negativo que lleva a tolerar la violencia. 2) A nivel de intervención, debe desarrollarse mayor cocimiento de cómo cada generación significa la violencia, para desarrollar intervenciones generacionalmente sensibles. 3) En el nivel investigativo debe estudiarse la desensibilización, y analizar si la percepción de las nuevas generaciones hacia la violencia se dirige a constituir la misma como un medio legitimo para la solución de problemas. la violencia como síntoma de la fragmentación social en estudiantes universitarios: un análisis cualitativo (2013) Ana R. Pinilla, Ph.D.; Hilda Burgos Ocasio, Ph.D. El estudio, realizado por Pinilla y Burgos (2012) abordó el análisis de las diferencias en actitudes, percepción y tolerancia a la violencia, desde la perspectiva generacional y de género, tomando como marco la desconexión moral. Los participantes del estudio fueron 700 estudiantes universitarios, pertenecientes a la generación X y generación Y, de acuerdo con su cohorte de nacimiento. A los mismos

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