Violencia desde la desconexión moral

42 pontificia universidad católica de puerto rico Howe (1991) y la Desconexión Moral de Bandura, (1986). Siguiendo estos modos la información recopilada arrojó los siguientes resultados. dimensión 1. percepción de la violencia Esta dimensión intentó establecer la compatibilidad y diferenciación entre las generaciones X y Y para con la percepción de violencia. Se utilizaron las siguientes preguntas: ¿Cómo defines violencia? ¿Qué incluye la violencia (actos)? ¿Cuáles son las maneras de ejercer la violencia? Estudiantes de Trabajo Social. No se observaron diferencias por generaciones en cuanto a la definición de lo que es violencia. La definieron como “un ataque tanto físico, como psicológico a una persona”. Incluyeron, además, los actos contra sí mismos. Contemplaron en las maneras de ejecutarla: violencia hacia sí mismos, violencia psicológica, física, sexual y económica. Estudiantes de Psicología. Al igual que en el caso de estudiantes de trabajo social, no hubo diferencias por generaciones en cuanto a su percepción de lo que es violento. Coincidieron en que dichos actos son tanto físicos como emocionales, con la intención de hacer daño, para recibir algo a cambio o para ejercer poder. Las maneras de ejercerlas entendieron se manifiestan desde actos físicos (puños, patadas) hasta actos psicológicos como manipular e insultar. Se ejerce en el ámbito escolar, violencia de género e institucional. dimensión 2. exposición a la violencia La dimensión 2 tuvo como interés explorar la exposición y experiencias que han tenido las participantes del estudio con la violencia. La pregunta que exploró esta área fue: ¿Cuáles han sido sus experiencias con la violencia: observador directo, indirecto, víctima directa o indirecta? Estudiantes de Trabajo Social . Se les solicitó a las participantes que narraran algunas de sus experiencias y las clasificaran en las categorías de observador directo, observador indirecto, víctima directa y víctima indirecta. Además, se les clarificó que, según