Violencia desde la desconexión moral
48 pontificia universidad católica de puerto rico como películas y videojuegos. Las razones ofrecidas para esto incluyen un factor económico “ Las películas no venden si no tienen violencia” ; resultan atractivas; y “ son las películas que el grupo ve”, o sea, la presión de grupo. En este renglón puede apreciarse la desconexión entre su creencia (moral) y las acciones, observándose cómo utilizan para la desconexión moral el mecanismo de difusión de responsabilidad (seguir al grupo, es lo que vende) . El uso de este mecanismo denota además la inconsistencia entre lo que se cree y lo que se hace, también, parece reflejar desensibilización y atisbos de tolerancia a la violencia. En la cuarta dimensión, la tolerancia a la violencia no se observaron diferencias por generación, pero sí por preparación o educación, contradiciendo los anteriores hallazgos (Pinilla y Burgos, 2012). Nuevamente, ambos grupos expresaron su desacuerdo con el uso de la violencia como una solución, pero estuvieron de acuerdo en que en ocasiones es un mecanismo necesario para la solución de conflictos o para la defensa personal. No obstante, las estudiantes de trabajo social no entendieron necesario el uso de violencia ante situaciones competitivas, pero las estudiantes de psicología lo vieron como necesario “cuando se necesita una imagen fuerte, de control, como en el caso de los políticos”. Esta expresión, parece representar una desconexión por vía de la justificación moral, donde malas conductas se justifican porque sirven a un fin valioso. Más interesante aún resulta el hallazgo de las diferencias en percepción de la persona violenta. Mientras el grupo de trabajo social visualiza al agresor como víctima de la sociedad, donde aprendió la conducta de su entorno social; el grupo de psicología lo visualiza como victimario, producto de sus conflictos interiores, que compensa a través de la violencia, o sea, víctima, pero de sí mismo. La perspectiva del agresor como víctima recoge, de forma implícita, la tolerancia a la violencia ya que denota el uso de mecanismos de desconexión como: desplazamiento y difusión de la responsabilidad, así como del uso de lenguaje eufemístico. Las dimensiones 5 y 6 perspectiva de la violencia como profesional de ayuda y compromiso social respectivamente, son las que demostraron mayores diferencias, por educación o preparación, aunque no por generación. Pudieron percibirse, claramente, las diferencias en el rol que cada grupo de estudiantes se adjudica como profesionales. Mientras que las estudiantes de trabajo social se perciben en un rol activo en
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