Violencia desde la desconexión moral

55 violencia desde la desconexiónmoral (todos perteneciente a la Generación Milenio) tienen una noción favorable hacia lo que representa la violencia con una capacidad clara de discriminar lo que es violento de lo que no es violento (percepción). Este hallazgo es comparable con lo que presentan Pinilla y Burgos (2012). En ese estudio, ambos géneros presentan un nivel similar (moderado) al favorecer violencia. En contraste, en el presente estudio, las mujeres presentan un nivel más alto que los hombres en términos de favorecer la violencia. Esto contrasta significativamente con lo presentado por la literatura (Pinilla y Burgos, 2012; Posada y Parales, 2012; Moreno, Jesús, Murgui y Martínez, 2012; Feder, Levant y Dean, 2010; Gelles, 2007; Salas y Pujol, 2001; Garbarino, 1999; Kaufman, 1989) donde se expone que el género masculino tiende a presentar actitudes más favorables a la violencia. Este hallazgo también se presenta con la variable percepción: ambos géneros reportaron tener altos y claros niveles de percepción hacia la violencia; ambos mostraron una clara capacidad de discriminación de lo que es violento y lo que no lo es. Hallazgos parecidos a lo presentado por Pinilla y Burgos (2012). Sin embargo, en el presente estudio las mujeres presentaron puntajes significativamente más altos en este renglón. Entendiéndose que en este grupo, las mujeres demostraron mayor claridad de lo que es violencia, en comparación con estudios anteriores. Por otra parte, los hallazgos en cuanto a la tolerancia compararon con estudios anteriores. En esta variable, los hombres muestran una tolerancia más favorable hacia la violencia que las mujeres. Los puntajes en el presente estudio, al igual que en el de Pinilla y Burgos (2012) reflejan puntajes altos para los hombres y moderados para las mujeres. Esto representa que los varones presentaran una posición de mayor aceptación y promoción de los actos de violencia que las mujeres. Los hallazgos de la presente investigación, especialmente los cambios en la actitud en el género femenino, parecen apuntar a un cambio de perspectiva, particularmente en las mujeres, lo cual podría estar relacionado a una desensibilización general y tal vez desconexión moral hacia la violencia. Ambos géneros, aunque difieren en magnitud, parecen aceptar la violencia en mayor grado a lo demostrado en la investigación anterior de Pinilla y Burgos (2012). Esto podría sugerir que el individuo utiliza mecanismos, de manera inconsciente, para hacer socialmente aceptable la violencia (Reich, 1990). Estos

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