Violencia desde la desconexión moral
8 pontificia universidad católica de puerto rico anuales de las prestigiosas organizaciones profesionales Council on Social Work Education y American Psychological Association (APA). Sus investigaciones se enmarcan en la Teoría de la desconexión moral del psicólogo canadiense Albert Bandura (1986) en la cual se explican varios mecanismos o procesos a través de los cuales conductas intrínsecamente antisociales o inmorales obtienen aceptabilidad social. Resulta muy preocupante que, en términos generales, los participantes de los estudios, todos ellos estudiantes universitarios demostraran, por un lado, percibir con claridad lo que son actos violentos, pero por otro lado tendieran a demostrar actitudes de tolerancia hacia la violencia. En algunos de los estudios, se halló incluso que las percepciones y actitudes hacia la violencia no diferían ni por razón de la generación a la cual pertenecían los participantes de los estudios, ni por su género. Los resultados de los estudios presentados en el libro de las doctoras Pinilla y Burgos, parecen validar que, al menos en el segmento de los universitarios estudiados, aparenta darse una desconexión moral en la cual la violencia ha pasado a tener cierto tipo de aceptación como medio para resolver los conflictos que surgen entre los seres humanos. Especulan las autoras que la exposición a la violencia que han tenido nuestros jóvenes en sus etapas formativas a través de los medios de comunicación masivos, las redes sociales y los videojuegos, entre otros, pudieran haber aumentado la tolerancia de estos hacia la violencia. A partir de los resultados de las doctoras Pinillas y Burgos, surge el imperativo de programas de educación sobre la paz o educación contra la violencia. Los agentes socializantes de nuestro país: la familia, la escuela, la iglesia, los grupos comunitarios, entre otros, deben hacer causa común en la generación de un nuevo pensamiento en nuestros jóvenes en el que las dificultades se resuelvan mediante la paz, el diálogo y el consenso, y en el cual todo tipo de violencia sea rechazado, de no mediar circunstancias que amenacen sus vidas o la de sus seres queridos. Felicito a las colegas por este excelente trabajo y esperamos que surjan del mismo otras investigaciones, así como programas de acción social. Dr. Hernán A. Vera Rodríguez, catedrático y decano Colegio de Estudios Graduados en Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad, PUCPR
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