Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza

31 educar para una nueva sociedad: razón, verdad y esperanza “compasivos” y “comprometidos” (varios profesores hemos estudiado esto: J.M. Margenat…) requiere, en el ámbito de la formaciónunadedicaciónespecial. Suponepensar enactitudes, en realización de valores, en crecimiento y enriquecimiento personal, algo de lo que con frecuencia nos olvidamos. Generalmente, hablamos de la preparación didáctica, metodológica y técnica de los docentes junto con su formación científica en las diferentes disciplinas del currículo, subrayo la necesidad de que esto se haga, que se exija como condición inevitable e insustituible, a la vez que afirmo que no debemos dejar paradespués, undespués que a veces no llega, la formación personal, la madurez y el crecimiento como personas. En nuestro caso lo profesional y lo personal se integran o se deben integrar definitivamente. Estosupuesto, permiteavanzarnuestra reflexiónyplantear la configuración de un modo de ser y hacer en educación, para lo que he elegido cuatro términos. Responden a determinadas concepciones educativas que están aplicándose en diferentes ambientes y lugares y que pueden ayudarnos a encontrar respuestas. Señalo algunas notas al respecto. En primer lugar, profesores competentes. Pasamos de la competitividad a la competencia y asumimos la responsabilidad de la formación en esta dimensión relevante y necesaria. En este mundo líquido, se precisan personas sólidas, reflexivas, capaces de pensar, de buscar criterios, de realizar valores y de afrontar nuevos retos en educación. La competencia es una nota característica de la educación que se concibe con carácter prospectivo. En ella el trabajo y la reflexión personal ocupan un papel significativo, facilitan el logro de una mejor comprensión, razonamiento y también afecto. Flexibilidad, libertad, encuentro, acompañamiento y diálogo se unen en personas abiertas a su tiempo y al futuro.

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