Educar para una nueva sociedad: Razón, Verdad y Esperanza

46 actas del primer congreso católicos y vida pública establece entre medio y receptor, en el uso y consumo de los medios, en la inmersión en el espacio de la Red. La fascinación con la que nos acercamos a los medios, la adicción a los medios, sufre la atrofia de los fines. La sociedad vive en dependencia mediática, pero, ¿en qué cosiste esa dependencia? Tal vez si fuéramos más críticos con el Planeta Media, nos pondríamos en el camino de resolver el principal problema: el lugar de la dignidad y del progreso integral de la persona. Vivimos la incidencia de la colonización tecnológica del mundo de la vida, parafraseando a Husser. Para el filósofo español José Luis González Quirós, la sociedad del espectáculo es una sociedad pasiva, una sociedad en que la realidad ha sido sustituida por los recursos tecnológicos, por la retórica de la prensa escrita, por los tamaños del titular, por las técnicas de manipulación de la imagen audiovisual. Es una sociedad de la información, pero es una sociedad ignorante porque se deja arrebatar la voluntad de saber en aras de la información irrelevante pero masivamente renovada: su atención nunca se concentra ni se detiene porque siempre está yendo a otra parte y, en consecuencia, ni cree en nada ni aprecia nada. (González Quirós, 1998) Preocupados por los impactos deshumanizadores del “fetichismo tecnológico”, ¿nos estamos olvidando de los contenidos? El desarrollo de los nuevos medios digitales está demandando una nueva mediación educativa por parte de los padres y de los profesores, diferente de la que se realizaba con la televisión. Los padres pertenecen a la generación nativa de los nuevos medios, son inmigrantes en un universo en le que además de guiar las relaciones que los hijos establecen con los nuevos medios, comparten y aprenden con ellos. También para los padres se trata de habitar en unmundo de permanente

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