Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

53 razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), en una iniciativa dirigida a fortalecer la infraestructura de prevención local por medio de la aplicación del Modelo de Prevención Estratégica (MPE). Esta iniciativa está dirigida a prevenir el consumo de alcohol en menores y las consecuencias asociadas al mismo, en el municipio de Morovis. Dicha colaboración pone de manifiesto la importancia de unir esfuerzos entre instituciones como la nuestra y el gobierno en la búsqueda de soluciones a las problemáticas sociales que enfrenta nuestro país. - Servicios psicológicos y de trabajo social: se ofrecen por medio de estudiantes de práctica a nivel subgraduado y graduado en coordinación con diversas universidades del país tales como la Universidad de Puerto Rico, la Universidad Interamericana, Universidad Carlos Albizu y la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Debo reconocer que lo que hacemos al presente no lo hemos logrado solos, sino que ha sido posible gracias a la colaboración de voluntarios de la comunidad y de nuestra Iglesia Católica, así como a colaboraciones con otros grupos e instituciones religiosas, públicas y privadas. Estas alianzas y acuerdos colaborativos, tanto a nivel individual como organizacional, han permitido no solo fomentar la solidaridad hacia otros, sino también junto con otros, asumiendo el llamado y el deber de la responsabilidad social que tenemos los que comprendemos el sentido amplio de aportar en la construcción del Reino de Dios. A nivel social, acciones como la nuestra y muchas otras ponen de manifiesto el aporte del la Iglesia al bien común. Ciertamente nuestra labor, a tono con la doctrina social de la Iglesia, pretende promover la dignidad del ser humano y su capacidad ilimitada de crecimiento. Esta se promueve por medio de una actitud acogedora, el ofrecimiento de herramientas que le ayuden a cultivar su ser como hijos e hijas de Dios, la capacitación en destrezas de vida y la adquisición de medios que les permitan su sustentabilidad económica. Como bien se plantea en nuestra doctrina social “no podemos proclamar el mandamiento nuevo sin promover el crecimiento del ser humano” (# 66). Este llamado a crecer, a ser más, a ser plenos, es un llamado de Dios

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=