Razones para la esperanza: solidaridad, subsidiariedad y bien común

54 actas del segundo congreso católicos y vida pública a nosotros sus hijos. Sin embargo, no es posible esta plenitud desde una mirada individualista o desconectada del otro. Crecemos en relación, siendo solidarios con aquél que necesita, que también busca su realización a veces sin encontrar en sí mismo, en los otros o en su medio ambiente social, respuestas a esta necesidad. Nos corresponde entonces salir al encuentro del otro en acción solidaria con la esperanza de aportar a su desarrollo y apoderamiento como persona, a fin de que pueda realizarse a plenitud y con esto aportar a la calidad de vida de todos y a la promoción de la justicia social. Este encuentro con el otro renueva a su vez en nosotros razones para esperar con alegría, para aportar en la construcción de algo nuevo que no depende del todo de nosotros, para reconocer que aquél que nos motiva es el mismo Jesús que nos convoca a reconocerle en el otro, en el mundo, en la historia. Reconocemos pues que la construcción del Reino de Dios nos toca a todos, sobre todo a aquellos que sabemos en quien tenemos puesta nuestra esperanza, en medio de un mundo que en muchas ocasiones intenta opacarla. En palabras de la Hna. Roberta: “Que juntos podamos fortalecer el compromiso con la comunidad para buscar la colaboración y la construcción de una civilización nueva de amor”.

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