Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

118 actas del cuarto congreso católicos y vida pública necesidades materiales nos afectan, más tiempo, energías, ilusiones y recursos podemos dedicar a los demás. Cuanto menos pensamos en nosotros, más pensamos en nuestros semejantes, y más nos ocupamos de ellos. La palabra más mediocre y empobrecedora del Diccionario es y será siempre “yo”. Siempre que uno no sea Alonso Quijano, y pueda permitirse el lujo de decir “yo sé quién soy”, claro. La cultura de la solidaridad tiene, además, la virtud de salvarnos del egoísmo, del ensimismamiento, y de la autoexclusión. La vida contemporánea está diseñada para arrancar al ser humano de la presencia y la participación en la vida pública, de la existencia compartida. Prefiere el individuo a la persona y el consumidor al ciudadano. En 2004, de acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por Cáritas española, los jóvenes españoles se definían a sí mismos, con su habitual abrumadora lucidez, y, en primer lugar, como “consumistas”. El diagnóstico no era materia debatida en España en 2004 y, diría, no lo es en 2016 7 . En 1999, y de acuerdo con datos de la misma organización, pero en Francia, eran 9 millones las personas que vivían en Francia en solitario, es decir, fuera de un entorno familiar y/o de amistad habitual. En 2012 eran más de 11 millones, casi un 20% de la población. Y los datos no conciernen a contingentes sociales precisamente excluidos por la pobreza y por la marginación. Buena parte de esas personas disfrutan de una posición profesional desahogada, por no decir acomodada. Esdecir: ensociedades como laespañolao la francesa, profundamente enraizadas en el cristianismo, en donde sus reyes portaban consigo históricamente el apelativo de “católicos” o “cristianísimos”, la divisa es, alternativamente, el consumo y la soledad. Buena parte de nuestras sociedades dimite del compromiso, del servicio, de la participación, de la cooperación, de la colaboración, de todos aquellos comportamientos que definen a la persona y al ciudadano. ¿La solución? El célebre sacerdote francés Guy Gilbert dice que es muy sencilla: que cada uno de nosotros mire alrededor para movilizarse y ponerse en acción 8 . En definitiva, que cada uno de nosotros mire a su alrededor para 7 GONZÁLEZ-ANLEO, J.: “El cambio de la sociedad puritana a la sociedad de consumo como religión”. Corintios XIII. Revista de teología y pastoral de la caridad. Modelos de vida: consumo, consumismo y caridad. Nº 109, pp. 57- 88. Madrid. Enero-Marzo. 2004, pp. 59 y ss. 8 GILBERT, G.: Ocúpate de los demás. La solidaridad, urgencia de nuestro tiempo. Barcelona. 2013, pp. 20 y ss.

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