Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

32 actas del cuarto congreso católicos y vida pública las periferias conmovió hondamente las comunidades cristianas. Éstas sufrieron el embate de opuestos extremismos: por una parte, de quienes pretendían que ignorase las injusticias, sufrimientos y esperanzas de los pueblos, no custodiase derechos y libertades fundamentales, legitimando una presunta defensa de la “civilización occidental y cristiana”, incluso que callase ante los costos terribles de formas de represión; y, por otra, de quienes intentaban presionar la reformulación de su doctrina y acción, reduciéndola a sujeto político de apoyo a estrategias revolucionarias, incluso violentas, bajo hegemonía marxista. Pero ahora la clausura del mundo “bipolar” dejaba estos esquemas obsoletos, que sólo podían arrastrarse por inercia en forma anacrónica. Por una parte, no está más a la orden del día la Revolución (con esa R mayúscula, expresiva de pretensiones mesiánicas). Incapaz de crítica histórica sobre el derrumbe del “socialismo real” y de revisión crítica epistemológica de sus propios fundamentos, el marxismo ha quedado como pálido vagabundo en la historia. La crisis del socialismo deja también a la social-democracia en un pantano indefinido de referencias teóricas y estrategias políticas. El socialismo del siglo XXI ha sido proclamado retóricamente, pero para nada definido y perseguido. Por otra parte, poco después de la euforia del liberalismo vencedor y de sus recetas del “Consenso de Washington”, se resquebrajaba nuevamente la resurgida utopía del mercado auto-regulador, demostrando todos sus límites, contradicciones y consecuencias sociales devastadoras. Por ello, en medio de un difundido desconcierto se clausuraban los dos cauces políticos que fueron predominantes en el compromiso de los católicos en tiempos del bipolarismo mundial. Se agotaba culturalmente y se esfumaba políticamente la corriente social-cristiana, debilitándose mucho su perfil y significación (exigida hoy de refundación), y entraba en colapso la constelación de “cristianos para el socialismo” (y del socialismo se requeriría también una radical refundación teórica y política, por el momento inexistente). un déficit de pensamiento La gigantesca fase de transición de épocas que se vive es de tal magnitud y repercusión que desplaza a tercera o cuarta fila muchos libros

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