Democracia, Transparencia, Participación y Bien Común

48 actas del cuarto congreso católicos y vida pública un espejo cóncavo, son absurdas”. ¿Acaso los conceptos clásicos de la política han ido a pasearse al callejón del gato? ¿Acaso quienes sostenemos una concepción clásica de la “Política” estamos paseando por el callejón de El gato? Y añadía nuestro autor: “El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. España es una deformación grotesca de la civilización europea. Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas. La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas. Deformemos la expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España”. Permítanme algunas ideas iniciales como si estuviera describiendo lo que veo hoy en la política. Claudio Magris escribió en 1996 que “en este comienzo de milenio muchas cosas dependerán de cómo resuelva nuestra civilización este dilema: si combatir el nihilismo o llevarlo hasta sus últimas consecuencias”. Es posible que hayamos vivido en el espejismodel finde las ideologías, incluso hay quien proclamó el fin de la historia, de los macro-relatos, pero pasamos por el callejón del tiempo y vemos ideologías deformadas y nuevas luchas por la hegemonía. Hablando de ideología. Desde que Platón quiso instaurar en Siracusa un régimen que respondiera a los principios que él había establecido en la República y todo terminó en una dictadura, nos hemos percatado del peligro que llevan consigo los intentos de transferir por la fuerza una ideología a la vida política. Heidegger fue elegido rector de la universidad de Friburgo en 1933 en son de concordancia con el régimen nacionalsocialista; en 1934 al cesar en el cargo sus colegas de la universidad le sonreían malévolamente con la frase: “Eh ¿con que de vuelta de Siracusa?”. Por cierto, cuando hablo de política no hablo solo de partidos políticos. Los partidos políticos deben cumplir, y no sé si lo están haciendo, o incluso ellos se ven deformados por otras funciones, tres básicas: la representación, la selección de cuadros competentes para

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