Yo soy cristiano: Identidad, misíon y testimonio ¿Quién soy? ¿Por qué lo soy? ¿Cómo lo vivo?

87 yo soy cristiano: identidad, misión y testimonio iii. la batalla por la historia Pero, ¿qué es el cristianismo? Seguro que no soy el único que, en algún momento de su existencia, por no decir cada día de su existencia, se ha formulado esta misma pregunta. Y las Nuevas memorias interiores del siempre admirable François Mauriac vienen a proporcionar una respuesta integral: “El cristianismo no es una filosofía, ni un sistema: solo es una historia, una historia que ocurrió, una historia ‘de verdad’ como dicen los niños, y que dura todavía. La humanidad es muy parecida al niño que éramos y al que no le costaba nada oír contar siempre la misma historia. Y a medida que la iba conociendo la amaba más. Y nosotros también conocemos de memoria la Pasión, pero la conocemos menos por el relato que de ella se nos ha hecho que por la experiencia que tenemos y que tuvimos, tal vez desde la primera traición para el beso hasta la hora que será nuestra hora de tendernos sobre cierta cruz que nos está reservada, y donde entregaremos el espíritu” 7 . Una historia de verdad que se hace experiencia en nuestra conciencia e identidad. François Mauriac decía en sus diarios que “Dios está vivo y encarnado en la historia”. Para el cristiano la vida es, como decía Joan Sales, “una larga batalla por la inocencia”. Pero la batalla por la inocencia es también, una larga batalla por la responsabilidad, es decir, por la creatividad, la imaginación y la verdad. El profesional de la docencia, y no digamos de la investigación, tiene el primer y eminente deber de emprender, antes de todas las búsquedas, el itinerario de la verdad, es decir, el camino de la historia. La política sin historia, dice Helmut Kohl, es “política sin raíces ni rumbo, sin paz ni perspectivas”. Mala política. Falsa política. François Mauriac decía que la poesía tiene sus raíces en lo real y, por lo tanto, toda poesía mala era también falsa 8 . Konrad Adenauer y John Kennedy pertenecían a la política que hace historia porque se basa en la autenticidad del testimonio cristiano. Y, como católicos y demócratas, ambos eran capaces de compartir su historia con sus hermanos, fueran como fueran, pensaran como pensaran, e hicieran lo que hicieran. Ambos 7 MAURIAC, F.: Memorias interiores. Nuevas memorias interiores ..., p. 364. 8 Ibídem , p. 42.

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