Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

115 (Gómez Canedo, Provincia Franciscana , III, 332, 442-43).En 1815 el obispo Arizmendi lo nombró examinador sinodal, es decir, la persona encargada de constatar la observancia de las normas eclesiásticas en la diócesis. En 1819, a los setenta años, es maestro de primeras letras. Cuando se promulgó la exclaustración en el trienio constitucional de 1820 al 23, no quiso abandonar la orden, ni ir a La Habana. Al exigírsele que pagara renta por la celda que ocupaba en el antiguo convento, manifestó que carecía de los medios para pagar. (Cuesta Mendoza, Historia de la Educación (1937), 132-34). florencio navarro En su historia del convento de Santo Domingo, Mariano Errasti narra que el puertorriqueño Florencio Navarro fue guardián del convento franciscano de Cumaná en 1803, vicario en la ciudad de Coro en 1806, predicador luego en Barquisimeto y en Caracas. Guardián en Coro en 1819 emigró a Puerto Rico, donde se encontró con la exclaustración. Administró la parroquia de Utuado en 1821 y 1822, y en agosto de 1822 apeló al gobierno para que se le concediese la pensión prometida a los frailes. Se le dio la opción de secularizarse o marcharse al convento de La Habana, donde se habían concentrado los renuentes a la exclaustración. Expuso Navarro: “Ellos han creído o que yo les pedía congrua, como si intentara secularizarme, o que en la ley se omite tratar de Religiosos de conventos suprimidos, no aspirantes a secularización. Mi objeto no ha sido pedir la congrua asignada en los artículos catorce y quince a los secularizados, sino la cuota alimenticia que se concede a los Religiosos de Conventos suprimidos, el artículo sexto de la ley. Yo soy libre para continuar siendo Fraile, y quiero usar de esta libertad mientras la ley me lo permita. En este estado de Frayle, es que ella me asigna cien pesos anuales que reclamo”. Añadió que el ejemplo que le han dado de fray Manuel Casaverde que se fue a La Habana no es apósito, porque él era originalmente de allá y “solo vino acá a regentar el priorato de acá, pero siguió perteneciendo al de allá” En 1824 se le contestó que restablecido el convento vuelva a él. (Archivo Histórico Nacional, Ultramar, Legajo 2004, expediente 4), (Gómez Canedo, Provincia Franciscana III, 240, 318, 330) juan antonio montbrún Un tercer miembro de la generación de franciscanos activos en Puerto Rico en este período, es el venezolano Juan Antonio Montbrún, nacido en Caracas de padre francés. Allí profesó el año 1799 pero, según Mariano Errasti, en 1806 llegó a Puerto Rico, donde sirvió sucesivamente como vicario, maestro de novicios y de gramática. En 1807 se le describe como de veinte cinco años de edad, con ocho de hábito, que “guarda la vida común”. Juan de Salazar, un informante del gobernador Meléndez denunció en noviembre de 1811 que “el padre Mambrún (sic) tiene por estilo llamar a los pobres todos españoles, godo, pícaros y traidores, que Impacto de las Revoluciones en los Franciscanos...

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