Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

172 Es decir, se aprobó la reedificación del hospital. Además, según el propio informe del obispo de 31 de mayo de 1830, recomendó eregir las parroquias de Aibonito, Hatillo y Naranjito; denunció abusos como los préstamos de los ricos a 18% y hasta 24%, la falta de escuelas y el pago de 200 o 300 pesos de congrua; señaló la lentitud de las obras del seminario y la paralización de las de la Catedral; ensalzó la enseñanza de las cátedras de latinidad y teología moral y terminó: Yo he puesto el mayor cuidado en indagar si había algunos desafectos al Sistema Monárquico y no he encontrado ni uno solo: todos los eclesiásticos son afectos a S.M. [y] estoy en el concepto de que el que [se] atreviera a levantar la cabeza sería sofocado en el momento y es así en todos los pueblos La síntesis del Fiscal le mereció el reconocimiento y felicitación del rey pues dijo: es de elogiar el celo, la exactitud, la laboriosidad y la fortaleza con que este digno anciano Prelado en el espacio de catorce meses ha conocido las poblaciones todas de la isla, formando una estadística completa del numero de habitantes de cada pueblo, administrando la confirmación a 153,158 de ellos, y el bautismo a un gran número de negros, escitando la caridad de los jueces para componer, reedificar y aún construir iglesias y proveerlas de vasos y ornamentos sagrados, corrigiendo las costumbres por aquellos medios 56 . los tres “hágase” del 1832: seminario, teatro y real audiencia La instauración oficial –pues ya se ofrecían algunos servicios- del Seminario Conciliar, del Teatro y de la Real Audiencia de Puerto Rico, presidida por Don Miguel de La Torre 57 , fue producto de largos años de sueños y desvelos. El Seminario se inauguró el 12 de octubre de 1832 conforme al mandato del Concilio de Trento y del Sínodo puertorriqueño 58 para formar a los futuros sacerdotes, haciendo realidad los esfuerzos de los eclesiásticos-Urtiaga, Zengotita, Arizmendi, Rodríguez de Olmedo, Alonso de Andrade, Gutiérrez del Arroyo y finalmente, el obispo Pedro Gutiérrez de Cos- y del propio Vice Patrono Real. La aprobación real descansó entre otras valoraciones: en los conocimientos poco vulgares que en el primer curso se notaban en los alumnos según evaluación de los maestros catedráticos; en el apoyo, recomendación y gruesa limosna del Capitán General ; en el celo con que lo propuso el digno R. Obispo actual de aquella Diócesis y en las 12 becas establecidas para los seminaristas pobres; en el uniforme con que vestirían 56 Ibídem Expediente de la visita. 57 La Real Audiencia Territorial de Puerto Rico creada por Real Cédula de 19 de junio de 1831 que se inauguró y comenzó operaciones en el 1832, en AGI, Santo Domingo 2338. En AGPR aparece como Audiencia Territorial, Real Acuerdo, caja 1, exp. 1, leg. 1, 1832 también en la reciente publicación de Gerardo A. Carlo Altieri: Justicia y Gobierno. La Audiencia de Puerto Rico (1831-1861) . En Coll y Toste, Cayetano: Boletín Histórico de Puerto Rico, San Juan, 14 vols.; I (1914), II (1915), III (1916), IV (1917), V y VI (1918), VII (1920; VIII (1921), IX, X, XI (1924), XII (1925; XIII (1926) y XIV (1915), pss. 286-289. También se publicó como Autos Acordados de la Real Audiencia de la Isla de Puerto Rico , Imprenta Márquez, San Juan, 1857, folio 7; y en Joaquín Rodríguez San Pedro: Legislación Ultramarina , Madrid, Imprenta Minerva, 16 vols., 1860, vol VII, pp. 59-61. 58 Sínodo de San Juan de Puerto Rico de 1645 serie dirigida por Horacio Santiago-Otero y la colaboración de Mario Rodríguez de León, CSIC, Madrid-Salamanca, 1986. Dra. Delfina Fernández Pascua

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