Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

173 los colegiales, medio de disimular las diferencias sociales entre los alumnos y la dedicación del centro al Soberano, con su escudo en el dintel de la puerta principal. Para garantizar la continuidad por muchos años, el obispo y, a su muerte, Alonso de Andrade recomendaron la exención de impuestos a las herencias, legados y dádivas que se donaran a la institución 59 porque sólo la edificación consumió todos los ahorros y economías de las rentas de los prelados y hasta su patrimonio, pues el costo total ascendió a cuarenta y un mil pesos 60 . El Coliseo (Teatro Cómico) iniciado en 1824, sin permiso, por La Torre con la bendición y aportación económica del obispo Rodríguez de Olmedo porque sus productos se aplicarían al Seminario 61 y la contribución del pueblo ascendió a 9,778 pesos abrió sus puertas oficialmente en 1832 con la obligación de contribuir con dos terceras partes de su producto líquido al Seminario. La Real Audiencia Territorial de Puerto Rico también intentada desde 1824 con la solicitud de La Torre de la 3ra media sala de Audiencia para la Isla 62 recibió también en este año su “Hágase” y estaría integrada por don Juan Ramón Osés (regente), don Jaime María de Salas y Azara, don José Serapio Mojarrieta, don Juan Duro Espinosa y don Fernando Pérez de Rozas (fiscal). Algunos letrados de la institución serían la cantera académica del Seminario por lo que se complementaron. El luego Conde de Torrepando elogió a los miembros de la Audiencia al dejar el mando 63 . la sede vacante (2 de abril de 1833- hasta 31 de diciembre de 1846) La intentada continuidad peruana de la Cámara de Indias y del Rey con el nombramiento del limeño don Pedro Antonio Fernández de Córdoba no resultó, porque el seleccionado declinó el nombramiento 64 y la voluntad del obispo Gutiérrez de Cos en su lecho de muerte - 2 de abril de 1833, a las 9:15 a m- de que Alonso de Andrade ocupara la sede se hizo realidad hasta la propia muerte de éste. El Vicario Capitular Alonso de Andrade enfrentará, tras la muerte de Fernando VII, la Primera Guerra Carlista 1833-1840 de los defensores de la unión del Trono y el Altar y la decisión de la Santa Sede de desconocer a Isabel II por 59 AHN, Ultramar, 2005, exp. 25, 1833-34. 60 Murga-Huerga: Episcopologio [ 3], p. 87. 61 Carta No 5 del Capitán General de Puerto Rico. 62 AGI, Ultramar, 2004, exp. 22 y exp. 20 respectivamente. Para ampliar sobre la valiosa institución puertorriqueña ver la publicación reciente de Carlo Altieri, Gerardo A Justicia y gobierno, la Audiencia de Puerto Rico (1831-1861) , auspiciada por la Academia Puertorriqueña de la Historia y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Sevilla, 2007. 63 AHN, Madrid, Ultramar, 2019, exp. 11, años 1836-1837. 64 AHN, Madrid, Ultramar, 1068, exp. 35. Don Miguel Luciano de La Torre y Pando...

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