Iglesia, Estado y Sociedad Ruptura y Continuidad 1800-1868

22 América. Y no ha faltado quien caracterice esa armonía o maridaje del Estado y de la Iglesia como un maridaje del Estado y de la Iglesia como una simbiosis entre el poder temporal – la monarquía hispana – y el poder espiritual – la Iglesia. De hecho, la cristianización implicó una hispanización efectiva en usos, costumbres y pautas de organización social – fundación de pueblos – y, a la inversa, la hispanización simultaneaba una visión cristiana del mundo. 3 A la luz del mentado par de principios podemos y debemos analizar el despliegue de las tres fases de las “relaciones” Estado-Iglesia en Puerto Rico durante el periodo cronológico indicado en el programa: si hubo “ruptura” es que había precedido “unidad”. Y si ésta se rompió, complejas y funestas circunstancias la motivaron. A pesar de todo, por conveniencia y mediante la concordia acordada entre partes. Por consiguiente, intentaré una exposición del tema, engarzando los tres eslabones o fases, del arco cronológico sugerido cita al epígrafe: La simbiosis o unión, La ruptura o crisis y El restañamiento o Concordia . la unión Los reyes de España, Fernando e Isabel, se apresuraron a suplicar al Papa, Alejandro VI, la “donación” del Nuevo Mundo descubierto por Colón. No había pasado un año, meses solamente, del Descubrimiento , cuando le elevan al Papa una súplica, ofreciendo en obsequio a la merced, si se les concedía, la evangelización de los habitantes de las tierras descubiertas. Seguían la política practicada en la Reconquista ; y a la par, los postulados de la teocracia en boga del derecho que atribuía al Papa el título de Dominus Orbis . 4 Una señal, luminosa, y palmaria, de la oferta la dio la reina Isabel I en el codicilo de su testamento: “Por cuanto al tiempo que nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las islas y tierrafirme del mar océano, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue al tiempo que lo suplicamos al papa Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de procurar inducir y traer los pueblos de ellas y convertirlos a nuestra santa fe católica y enviar a las dichas islas y tierrafirme prelados religiosos y clérigos y otras personas doctas y temerosas de Dios para instruir los vecinos y moradores de ellas en la fe católica y enseñarlos y dotarlos de buenas costumbres y poner en ello la 3 Cf. M. I. GONZÁLEZ ALONSO, “Archivo general de Indias”, en DHEE, t.V ( Suplemento ), 1987, p. 43. 4 Cf. Paulino CASTAÑEDA DELGADO, La teocracia pontifical y la conquista de América , Vitoria, 1986; reedición: México, 1996. ID., “Los precedentes de la fundación de las primeras Iglesias de Indias”, M. ALVARADO (ed.), Iglesia y sociedad: 500 años en Puerto Rico y el Caribe, siglo XVI , San Juan, 2008, pp. 33-56. Rvdo. P. Maestro Dr. Álvaro Huerga Teruelo, O.P.

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=