Cristianos en salida, santos del presente

Llamado y respuestas: la Fondita de Jesús Sra. Gloria Ruiz Ortiz fundadora de la Fondita de Jesús, San Juan, Puerto Rico El llamado nació al entender, de adulta, lo que desde niña había aprendido: que todos somos hermanos en Jesús, hijos e hijas de Dios. De ahí la pregunta, si somos hermanos: ¿Por qué hay personas sin hogar? Y esa pregunta me movió a un proceso de introspección, a reflexionar sobre esas personas sin hogar, ¿Cómo llegan a la calle? ¿Tiene la comunidad, el individuo, el Estado una responsabilidad con estas personas? Esa inquietud personal me llevó a un encuentro con el Concilio Vaticano II: Decreto Apostolicam Actousitatem. El rol del laico en este Decreto germina una semilla que humaniza a los que tenemos hogar y nos reta a descubrir la humanidad de los que no lo tienen. Así voy descubriendo esa enajenación en la que había vivido. Para que cada uno pueda cultivar con mayor cuidado el sentido de su responsabilidad tanto respecto de sí mismo como de los varios grupos sociales de los que es miembro, hay que procurar con suma diligencia una más amplia cultura espiritual… Pero no puede llegarse a este sentido de la responsabilidad si no se facilitan al hombre condiciones de vida que le permitan tener conciencia de su propia dignidad y respondan a su vocación, entregándose a Dios y a los demás. La libertad humana con frecuencia se debilita cuando el hombre cae en extrema necesidad, de la misma manera que se envilece cuando el hombre, satisfecho por una vida demasiado fácil, se encierra como en una dorada soledad. Por el contrario, la libertad se vigoriza cuando el hombre acepta las inevitables obligaciones de la vida social, toma sobre sí las multiformes exigencias de la convivencia.

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