El desafío de una educación solidaria

79 el desafío de una educación solidaria sirve a lo personal vivo… La abstracción en todo sentido le es ajena por naturaleza. Lo vivo personal que ocupa su cuidado, es un todo concreto que, en cuanto todo, quiere que se le guarde y se le conserve… Y a esta conducta práctica corresponde la teórica: su modo natural de conocer no es tanto el de un análisis teórico cuanto el de un modo natural de ir a lo concreto, de contemplarlo y de sentirlo. Esta disposición capacita a la mujer para ser protectora y educadora no solo de sus propios hijos, sino que usa esa actitud fundamental para su esposo y para todos los seres que están en su entorno 14 . Por ello es protagonista, madre de la cultura, creativa . Decía Juan Pablo II: El vasto y múltiple mundo del pensamiento y del arte tiene más necesidad que nunca de su “genio”. Sobre todo en cuestiones decisivas como el sentido de la vida que no puede resolver la ciencia positiva “sino que interpelan al hombre en lo profundo de su ser, y exigen, por decirlo así, un pensamiento global, capaz de sintonizar con el horizonte del misterio ( Juan Pablo II, Angelus , 6-8-95). ¡Cuán grande es, por ejemplo, el papel que pueden desempeñar las mujeres en favor de la paz, precisamente comprometiéndose en la política! (…) Tiene necesidad de una atmósfera del espíritu rica en algunos elementos fundamentales, con el sentido de Dios, de la belleza, del amor a la verdad, de la opción por la solidaridad, de la capacidad de ternura y de la valentía del perdón. ¡Cómo no reconocer la valiosa aportación que la mujer puede dar a la promoción de esa atmósfera de la paz! (Ángelus, 27-8-95). Juan Pablo II repetidas veces ha llamado a la mujer “ educadora para la paz”. Lo es porque está especialmente inclinada a entender que “reinar es servir”, a ejemplo de María” ( Carta a las mujeres, 10). Y, en este sentido, ¡Cuánto bien han hecho en la historia, por ejemplo, determinadas reinas- madres, como Isabel de Hungría, Isabel de Portugal, Isabel la Católica… y tantas mujeres! Mary Ann Glendon, jefe de la Delegación de la Santa Sede en la Conferencia de Pekín, decía: “Ahora tenemos que mirar al futuro. Cuanto más libres sean las mujeres para compartir sus bienes 14 “El ethos de la vocación femenina”. Conferencia dada en unas jornadas organizadas por la Sociedad de Académicas Católicas. Salzburgo (Austria) 1930. En STEIN, E.: La mujer . Madrid, Palabra, 1998. págs. 26, 27.

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