De los desafíos a la esperanza: propuestas de la PUCPR para una nueva gobernanza

29 de los desafíos a la esperanza: propuestas de la pucpr para una nueva gobernanza cercanos de encuentros personales e institucionales con especial atención a las necesidades individuales. g. “Tomar la iniciativa.” Como ustedes saben, en nuestras comunidades tenemos muchos especialistas en el ver y en el juzgar. Somos capaces… somos expertos en enunciar la realidad de múltiples maneras. Los programas de análisis de la radio y la televisión lo ilustran muy bien. La dificultad está en el actuar. Pocos se atreven a tomar la iniciativa para actuar conforme a las nuevas realidades… eso lo dejamos a otros. ¡No puede ser! Las comunidades educativas están llamadas a asumir su rol protagónico de educar en la verdad. educar con miras al futuro Uno de los más conocidos poemas de Mario Benedetti (Benedetti, 1974) se titula “Táctica y Estrategia”. En él se presenta la relación entre las acciones a corto plazo y las aspiraciones para el futuro. Resulta claro del poema que lograr el mejor resultado a largo plazo es la mayor aspiración. En Puerto Rico estamos inmersos a distintos niveles en el proceso de elegir hoy las mejores tácticas financieras y contributivas que nos lleven al mejor futuro. Todos conocemos las discusiones en torno al IVU, al IVA, a las excepciones y al pago de contribuciones. Este análisis tiene un grave entorno financiero: por un lado, la deuda pública representa, en el mejor de los escenarios, la cantidad de $72 billones. Por otro lado, la economía de Puerto Rico necesita urgentemente inyecciones importantes de fondos para su reactivación y, en tercer lugar, un número importante de agencias y corporaciones públicas corren el riesgo de perder su viabilidad. Entonces de nuevo surge la pregunta ¿táctica o estrategia? ¿Las acciones propuestas salvaguardarán el bien común y el patrimonio del país? ¿Quién defiende el bien común, que es de todos, por encima de los intereses particulares? La mayoría de las exclusiones propuestas son meritorias, pero ¿tenemos claro las implicaciones para nuestras instituciones y para el bien común si Puerto Rico no puede cumplir con sus obligaciones contraídas a lo largo de las décadas? ¿Reconocemos que si no establecemos una estructura estratégica de planificación y acción corremos el peligro de perder el presente y el futuro?