De los desafíos a la esperanza: propuestas de la PUCPR para una nueva gobernanza

46 pontificia universidad católica de puerto rico índole material. Más allá de las cuestiones materiales, Puerto Rico es un país pobre porque no tiene las capacidades ni la libertad de hacer ciertas cosas y tomar ciertas decisiones debido a su relación política colonial con Estados Unidos. La extrema dependencia de la economía norteamericana y la imposibilidad de desarrollar las capacidades internas del país no permitieron que se crearan las bases de un desarrollo económico sostenido desde adentro por bases internas. Esa extrema dependencia fue socavando, incluso, la misma autoestima del puertorriqueño creando un empobrecimiento mucho más perjudicial que el material: el empobrecimiento de la capacidad de superación y de la libertad espiritual para sentirse capaz de valerse por sí mismo. Las reformas económicas y sociales encaminadas en las décadas de 1940 a 1960 se produjeron en el contexto de las teorías desarrollistas, como bien plantea Amartya Sen (2000). El desarrollo de entonces no se interpretó como el proceso que permite la expansión de las capacidades y libertades que las personas puedan disfrutar, sino que vino acompañado del crecimiento industrial, del aumento del ingreso personal de un sector, de avances tecnológicos y de la modernización. ( https://estadisticas.pr ) medidas de corto, mediano y largo plazo para combatir la pobreza A lo largo de las pasadas décadas, se han elaborado numerosos estudios e investigaciones, tanto académicos como institucionales, dirigidos a delinear una estrategia coherente que logre reducir los niveles de pobreza evidenciados en las páginas anteriores y, eventualmente, erradicar este profundo mal de nuestra sociedad. No es nuestro propósito enumerar en las páginas que siguen todas las propuestas presentadas por distintos sectores, sino más bien reconocer las más recientes, tomando como punto de partida los últimos años del siglo XX hasta nuestros días. Como se verá, algunas de estas propuestas son de corto plazo, mientras otras son de mediano y largo plazo. También se advierte que, si bien algunas de las propuestas que citamos han sido sugeridas para combatir la situación de la pobreza en Puerto Rico, muchas otras han sido recomendadas para otros países, cuyas realidades socioeconómicas pueden bien coincidir o no coincidir con las nuestras.

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