Homilías ofrecidas por S.E.R. Mons. Fremiot Torres Oliver

Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico 11 Pero todos esos factores negativos fueron superándose: 1. Monseñor McManus puso oídos sordos a las voces contrarias al establecimiento de la escuela; 2. no teniendo nada que perder, si el Rector lograba detener el plan, ya que lo principal para mí era el sacerdocio, pude obrar de manera que se impuso la voluntad del Obispo; 3. los miembros de la primera facultad recibían sueldos que hoy resultarían irrisorios. La Escuela dispuso en sus comienzos de un presupuesto de $40,000; 4. tomando en serio aquello de que “el que no sigue consejos no llega a viejo” yo seguí los que me dieron que fueron muy buenos. Todas las instancias a las que acudí entonces me recibieron con gran respeto y espíritu de colaboración. Y, ahí está la Escuela de Derecho de la Pontificia, que este año celebra 50 de vida. Las palabras que he pronunciado sobre el origen de la Escuela de Derecho no tienen otro propósito que recordarles su verdadera razón de ser. Ciertamente no era competir con la del Estado, que era la única que existía en 1961. Su razón de ser era y es formar abogados que conozcan que, por encima de las leyes y normas emanadas de los cuerpos legislativos y de los tribunales de los Estados, hay unos principios basados en la naturaleza humana y que esos

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