Importancia y Responsabilidad Personal en la Formación Cristiana para el facultativo de la PUCPR

importancia y responsabilidad personal en la formación cristiana para el facultativo de la pontificia universidad católica de puerto rico 12 siempre la roca firme sobre la que asentar nuestra fe (cf. Mt 16,18), ya que él ha sido encargado por Jesucristo de confirmarnos en la fe (cf. Lc 22,32): “No pocos de vosotros estáis dedicados a la formación teológica de los fieles, a la dirección de centros educativos o de asistencia y dirigís publicaciones de información y de formación. A través de todos estos medios, procurad educar integralmente, inculcar un profundo respeto y amor a la Iglesia y animar a una sincera adhesión a su Magisterio. No seáis portadores de dudas o de <<ideologías >> sino de <<certezas>> de fe. El verdadero apóstol y evangelizador, declaraba mi predecesor Pablo VI, <<será aquel que, aún a costa de renuncias y sacrificios, busca siempre la verdad que debe transmitir a los demás. No vende ni disimula jamás la verdad por el deseo de agradar a los hombres, de causar asombro, ni por originalidad o deseo de aparentar. No rechaza nunca la verdad>> (Exhort. Apost. Evangelii nuntiandi, 78). […] Más concretamente, en el campo doctrinal y en materia litúrgica, evitando ciertas posturas críticas llenas de amargura, que oscurecen la verdad, desconciertan a los fieles y a las mismas personas consagradas. La fidelidad al Magisterio no es freno para una recta investigación, sino condición necesaria de auténtico progreso de la verdadera doctrina (Juan Pablo II, Aloc. a los religiosos y miembros de Inst. seculares masculinos, Madrid, 2-XI-1982)”. En este primer nivel buscamos, por tanto, saber qué es lo que la Iglesia nos enseña en nombre de Cristo. Esto implica tener conceptos claros y precisos de las verdades fundamentales de la fe y una visión general y orgánica de la misma. En este nivel puede ayudar mucho aprender de memoria los elementos y formulaciones más importantes. Pero existe un segundo nivel de profundidad, que consiste en conocer en qué se basa la Iglesia cuando nos enseña una verdad. No basta conocer qué es lo que dice sino además, debemos saber por qué la Iglesia, en nombre de Cristo, lo dice, o por qué nos pide un determinado comportamiento. Este nivel es sumamente necesario para poder transmitir la fe a los demás de manera comprensible y convincente. No es suficiente saber, por ejemplo, que existe la obligación de ir a misa los domingos y fiestas de precepto, cosa que quizá bastaba cuando éramos niños. Necesitamos saber también los motivos por los cuales la Iglesia nos lo pide y comprender el valor infinito que tiene una misa. De esta manera nos será más fácil cumplir con este mandamiento y ayudar a los demás a vivirlo. El primer nivel normalmente es suficiente para los niños, que aceptan con sencillez lo que les dicen sus padres y catequistas. Pero cuando llegamos a la juventud y edad adulta, cuando alcanzamos la capacidad de razonamiento crítico, necesitamos ya conocer las razones que avalan nuestra fe. Sólo así la viviremos por

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