Koinonia | 2005-2006

La verdad sobre el código Da Vinci 120 hoy se han vendido más de 40 millones de ejemplares de esta novela en el mundo entero, lo cual la convierte en un “best seller” indiscutible. Pero cuando los lectores de esta novela se zambullen en las páginas de las aventuras de Teabing, de Langdon y de Sophie Neveu, realmente están haciendo algo más que dedicar unos ratos perdidos a su propio entretenimiento. Están jugueteando, están coqueteando con el insulto a la fe católica y esto ya más adelante lo vamos a mostrar. Esto supone un tema que de suyo ya es suficientemente interesante. ¿Cómo utilizamos los católicos y los no católicos -a mi principalmente voy a ser claro, me interesa dirigirme a los católicos, pero también a los no católicos- cómo utilizamos nuestro tiempo libre, un tiempo que por naturaleza es escaso? Tenemos un tiempo tasado, no vamos a vivir siempre. Tenemos poco tiempo. Y tenemos delante de nosotros una abundancia ingente de textos que son de primera importancia para nosotros. Aunque viviéramos diez vidas no podríamos leer ni la mitad de las cosas que serían interesantes o dignas de ser leídas. Y sin embargo con una alegría pasmosa nos dedicamos a desperdiciar nuestro tiempo libre, no solamente en lecturas que no van a aportarnos nada, sino en lecturas que, como este caso demuestra, son directa y formalmente contrarias, un ataque a nuestra fe católica. Habrá tiempo espero para demostrar por qué eso es así. Entonces El Código da Vinci es una novela, es una obra de irrealidad literaria, pero es una novela con la intencionalidad doctrinal declarada, manifiesta. No me lo estoy inventando: en mi libro La verdad sobre El Código da Vinci recojo abundantes declaraciones del propio autor, Dan Brown, en las cuales declara que no cree que la Iglesia católica esté reflejando la doctrina que predicó Jesucristo y que, por lo tanto, invita a los que quieran seguir a Jesús a seguir lo que él nos señala como la verdadera doctrina de Jesús. Es una enmienda a la totalidad de la doctrina católica. Una vez apuntado qué es El Código da Vinci , a mí me parece que una forma interesante de proseguir es decir no sólo que es un ataque a la Iglesia, sino que es un ataque lleno de mentiras. Por eso voy a matizar el enfoque de la conferencia tratando principalmente las mentiras de El Código da Vinci , porque es una buena manera indirecta de abordar su verdad. Yo detecto en esta novela tres grandes focos de falsedad y, por tanto, tres focos de ataque a la inteligencia humana. El primero es la mezcla ilegítima de géneros literarios que se da en las páginas de El Código . El segundo es un elenco, bastante abultado por cierto, de mentiras concretas, de cosas que positivamente no sucedieron como dice Dan

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