Koinonia | 2005-2006

El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia 14 de la física con la metafísic a [6] , de reafirmar la idea que el cristianismo es Religio vera , y que en éste el hombre y su historia pueden interpretarse y comprenderse. ¿No tenía acaso la misma pretensión León XIII cuando, en la Rerum novarum , hace más de 100 años, afirmaba que no existe solución a la cuestión social fuera del Evangelio? ¿No pretendía lo mismo Juan Pablo II cuando, en la Centesimus annus , hace más de 10 años, reafirmaba la misma convicción? La unidad entre la razón y la fe en Cristo el Señor, que hoy se debe volver a proponer de modo particular, se vuelve ethos social e histórico, en cuanto que la verdad de Dios y del hombre es el amor. El encuentro entre fe y razón y la orientación de la acción hacia la caritas : ésta es la síntesis que el Compendio quiere promover. ¿Existe algo más urgente en el actual momento histórico? ¿Existe algo más concreto? 6. No tengo dificultad en definir el Compendio como manifiesto para un nuevo humanismo . Presentarlo así no parece algo forzado y artificial. En efecto, en la introducción se afirma que ha sido elaborado para promover y sembrar en los surcos de la civilización un humanismo integral, solidario y abierto a la Trascendencia (cf. n. 7). Es manifiesto , en el sentido que en él se encuentran las coordenadas inspiradoras y programáticas, ideales e históricas, de una nueva sociedad, para dar cuerpo a las exigencias siempre vivas del Evangelio y del cristianismo, a fin de que moren en el corazón de los hombres y de las ciudades. La humanidad no puede vivir sin una perspectiva de futuro, sin una dirección de marcha. Existe siempre la necesidad de traducir concretamente, en cada contexto y período histórico, la esencia del cristianismo. Es necesario un Renacimiento para cada época. Es necesario que la riqueza del Evangelio reviva y se expanda en el ethos social y cultural de los pueblos, para dar esperanza a cada generación, para alimentar el compromiso de crecimiento en la civilización. En el actual contexto de globalización –que presenta oportunidades, tanto para la disgregación como para la unificación de la familia humana–, el Compendio traza una perspectiva antropológica cultural , que no es ni individualista ni utilitarista sino personalista, comunitaria y de comunión. Invita a invertir en la parte mejor de la persona, en las energías positivas de la historia, reconociendo que en el hombre y en la mujer subsisten necesidades que sobrepasan el orden del universo. 7. Como Manifiesto para un humanismo integral y solidario, el Compendio subraya con fuerza el primado de la persona sobre las

RkJQdWJsaXNoZXIy NzUzNTA=