Koinonia | 2005-2006

Siéntanse orgullosos de ser profesores católicos 34 político social, cuando se han perdido los valores fundamentales humanos y religiosos: el respeto, la conciencia, el bien, la verdad, la justicia, la solidaridad, la libertad, la paz, la ley natural, la vida, el matrimonio, la familia, la dignidad del hombre, Dios, la religión, se da el caos, el terrorismo, la guerra, y porqué no la situación por la que atraviesa nuestro país. De ahí la importancia de la escuela y de las universidades católicas: “La obra educativa es la salvación para el hombre en esta etapa de laicismo y de la quiebra de la humanidad, aseveró el primado de España, Monseñor Cañizares, en la clausura del I Congreso Diocesano de Educación realizado en Toledo, recientemente. “La Iglesia no puede conformarse con leyes que van contra el ser humano, en una sociedad afectada por una quiebra de la moralidad: nada es bueno, nada es malo, todo depende de la subjetividad humana. Esto convierte al mundo en un infierno”. Según el Primado de España, el origen de esta quiebra está en el olvido de Dios, en el “eclipse de Dios” que se expresa por ejemplo, en los muchos millones de abortos que se producen en todo el mundo anualmente. La ley que ha de proteger al indefenso se utiliza para eliminar al inocente. La medicina que esta para curar al hombre se trastoca en un instrumento de muerte. La madre que está para generar vida en su seno es suspendida su maternidad”. Y entre las medidas a tomar está crear un movimiento de profesores educadores cristianos y fortalecer la escuela, la universidad católica. Siéntanse orgullosos de ser profesores católicos. Parangonando las palabras que San León Magno decía del cristiano: “reconoce, oh cristiano, tu dignidad”, me atrevo a decirles, “reconoce tu dignidad, profesor”. Así se podrá construir, entre todos, la sociedad que anhelamos. ¡Que Dios les bendiga y feliz Día del Maestro! 5 de mayo de 2006

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